1. EN SUS BRAZOS SENTI EL AMOR


    Fecha: 06/07/2024, Categorías: Bisexuales Autor: marinella, Fuente: RelatosEróticos

    ... de espaldas contra su pecho, con su ternura infinita me acariciaba los hombros y me daba besos que me hacían estremecer
    
    Tomo entre sus manos mi cara y nuestros labios se unieron en interminables besos, parecía que el aire que respiraba llegaba a lugares nuevos dentro de mí y trataba de pensar alguna palabra con la que le pudiera expresar lo que sentía, imposible de expresar todo aquello
    
    Bese una y otra vez su lindo rostro, enrede su pelo con mi mano, ahogábamos las dulces palabras con interminables besos que nos hacia estremecer de amor.
    
    Embriagada por el deseo baje hasta sus pechos para acariciarlos, besarlos y con mis labios busque sus delicados y rosados pezones en espera me regalaran alguna gota de su exquisito manjar.
    
    Duros como el hierro los notaba entre mis labios y dientes, María suspiraba de placer y su mano iba de mi sexo a mis pechos con los dedos empapados de mi deseo.
    
    Con su sedosa humedad mojaba mis pezones entre pequeños pellizcos que me provocaban un dulce dolor que me hacia gemir de placer
    
    De su boca salió un gemido y varias gotas de su leche invadieron mi paladar, María busco mi boca para juntas sentir su sabor.
    
    Entre sollozos separe mis labios y mirando su linda carita la dije:
    
    - Gracias por regalarme tu amor con pequeñas gotitas blancas.
    
    Las lágrimas resbalaban por nuestros rostros y nos fundimos en un apretado abrazo hasta notar el latido de nuestros corazones.
    
    En ese estado de emociones indescriptibles María muy bajito dijo:
    
    - Que extraño misterio hay en la sal que solo está en las lagrimas y en el agua del mar.
    
    Me separe de ella y mirando sus inundados ojos sentí desfallecer y solo le pude decir entre sollozos:
    
    - Bésame que quiero morir de amor en tus brazos.
    
    - No mi niña nuestro amor solo acaba de nacer y tiene mucha vida que vivir para las dos.
    
    Los besos y caricias eran in terminables, recorrimos nuestros cuerpos besando y acariciando cada centímetro, nuestra entrega en ese universo de sensaciones era tan grade que un simple beso nos provocaba gemidos de placer.
    
    Atraídas por nuestros aromas y el deseo, buscamos nuestros inflamados sexos para ensalzarnos como dos fieras en un combate por la búsqueda del placer mas carnal que existiera.
    
    En ese estado de lujuria y ciegas de deseo, nuestras lenguas acariciaban cada pliegue y cada rincón de nuestros sexos inundándolas de su perfumado y sedoso sabor. Yo introducía mis dedos en su vagina para acariciarla mientras mi lengua buscaba su clítoris para succionarlo y sentirlo entre mis labios.
    
    María se estremecía de placer y notaba como sus orgasmos la hacían enloquecer entre ahogados gemidos.
    
    Ella chupaba, lamia y mordía mi sexo ciega de deseo, notaba como su lengua rozaba mi virginidad y le pedía lo rompiera para que ella fuera quien traspasara por primera vez el umbral de mi pureza, quería sentir sus dedos entrando dentro de mí.
    
    Los orgasmos eran innumerables, mi cuerpo se estremecían de placer y una corriente eléctrica ...
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