1. La joven esclava 2


    Fecha: 02/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: jtm1111, Fuente: TodoRelatos

    ... en el coche su padre no le dijo ni una palabra.
    
    Apestaba a orina, pero debía aguantar porque sabía que su hija se iba a negar a limpiarse.
    
    — Llévame a la mansión.
    
    — No, esto se acaba aquí. No voy a consentir esto ni un minuto más. Nos vamos a casa.
    
    Marta sabía que no, que su futuro ya estaba decidido. Lo supo desde el mismo momento en el que su padre no quiso follársela. Pero tampoco iba a hacer nada para precipitar las cosas.
    
    Su padre condujo de vuelta a su casa, pero cuanto más cerca estaba, menos decidido parecía.
    
    — ¿De verdad quieres ir?
    
    — Le pertenezco.
    
    — ¿Nos volveremos a ver?
    
    — No es decisión mía.
    
    Su padre la llevó hasta la misma puerta del jardín de la mansión.
    
    Marta se quitó el vestido que llevaba puesto pues debía recorrer la distancia que separaba la puerta de entrada hasta la casa desnuda, solo con unas zapatillas.
    
    El camino a través del bosque se hizo eterno a pesar de ir por la calzada. Lo peor es que cada paso que daba era un paso menos para perder completamente su libertad.
    
    Y sin embargo, siguió caminando hasta el final.
    
    Su amo y otros dos caballeros la estaban esperando cuando llegó. Marta se arrodilló sumisamente delante de ellos, colocando sus manos entrecruzadas en la espalda.
    
    — ¿Vienes aquí por tu propia voluntad?
    
    — Sí.
    
    — ¿Te ha dicho mi hijo lo que te espera?
    
    — Humillación, vejaciones, dolor, obediencia… Mi cuerpo y mi mente ya no me pertenecen.
    
    — No creo que entiendas lo que estás diciendo, jovencita.
    
    — Que mi amo puede hacer lo que quiera conmigo.
    
    Hubo un momento de silencio espeso entre los presentes.
    
    — Ahora es tu responsabilidad.
    
    — No te preocupes, Padre. La sacaré a pasear, la daré de comer, la limpiaré y la enseñaré donde debe hacer sus necesidades.
    
    Carlos se acercó a su esclava. En la mano cargaba una botella de plástico de litro y medio.
    
    — Supongo que tendrás sed.
    
    Cuando la abrió, un fuerte olor a orina impregnó su nariz. Eran por supuesto los meados de su amo de todo el día.
    
    — Sí, amo.
    
    Alzó la cabeza y abrió la boca.
    
    Marta sabía que su cuerpo ya no pertenecía. Sabía que sus actos y sus decisiones ya no eran suyas.
    
    Que ahora todo eso le pertenecía a su amo.
    
    El primer trago se le hizo eterno.
    
    El sabor inundó sus papilas gustativas, el líquido le quemaba la garganta y tenía que reprimir como podía las ganas de vomitar.
    
    ¿Qué le lleva a una esclava a cumplir con los deseos de su amo? ¿A ir más allá de su límites?
    
    El segundo trago fue tan asqueroso y repugnante como el primero, y aún así, lo hizo. Se lo bebió todo sin dejar escapar ni una gota.
    
    — No eran míos — mencionó su amo comprobando lo que aún quedaba. — Son las meadas de los perros. ¿De verdad pensabas que iba a mear dentro de una botella por ti?
    
    Marta no dijo nada.
    
    — Quítate las zapatillas y ven detrás de mí.
    
    Desnuda, descalza y mirando al suelo, comenzó a caminar detrás de su amo. Más o menos sabía que se dirigían de nuevo al lago, donde todo había ...