Noelia una sumisa no tan asexual (I) - Relatos Eróticos

Noelia una sumisa no tan asexual (I)

... tu marido y a decirle que vas a pasar el puente conmigo.

-Si señor.

- ¿Cuándo se va tu hija?

-Mañana después del trabajo, esta noche duerme en casa, pero hoy le he dicho que llegare tarde, que iba a salir con unas amigas.

-Jajaja, veo que lo tienes todo pensado, pero no has pensado que yo te puedo rechazar perra.

Le cambio la cara, se puso seria y hasta agacho la cabeza.

-Lo siento señor, lleva razón, discúlpeme, pero son tantos años de sentirme rara que…

-Tranquila, que no lo voy a hacer, pero quiero que te quede claro quién manda, quien decide, y todo lo que puedo hacer contigo, porque creo que no hace falta que te lo diga, porque lo has estudiado o me has estudiado muy bien. ¿No tienes miedo?

-Miedo no, respeto sí, pero no sabe de verdad, no sabe lo que es sentirse una inútil, echarme la culpa de que mi ex me dejara, de sentir hablar a mis amigas de sexo, y sentirme un bicho raro.

- ¿Y el cornudo de tu pareja?

-Pues no sé qué decirle, porque a ratos agradecida, a ratos enfadada, pero no le puedo echar la culpa, y en el fondo le estoy agradecida, pero ni yo le puedo dar lo que necesita, ni él a mí, pero si él quiere seguir con sus masturbaciones, yo no, yo lo quiero sentir, quiero vivir, quiero ser SUYA.

-Está bien, pues mientras pago, y voy al coche a coger unas cosas, tú vas a ir al hotel que ahí aquí detrás, y coges una habitación, si te la dan antes de que llegue yo, te subes y me mandas el número de habitación, aunque creo que llegare antes.

- ¿Solo para hoy, o para más días?, aunque yo no me puedo quedar toda la noche, prefiero que mi hija no me haga muchas preguntas, pero mañana a partir de las dos de la tarde ya estaré a su entera disposición.

-Solo para hoy, porque por lo menos mañana vamos a dormir en tu casa perra.

Lo dije esperando a ver como reaccionaba, pero su respuesta fue mejor de lo esperado.

-Como quiera, sé que Usted será el dueño de todo, y el cornudo se puede ir o quedarse.

-Ve a coger la habitación, luego hablaremos sobre eso.

Se levanto y salió, mientras yo me fui a la barra a pagar los cafés y a mi coche a coger la bolsa con mis accesorios.

Cuando entre en la recepción del hotel, ella estaba aún alli, terminado de hacer la entrada, por lo que me acerque y pillándola de improviso, la bese, y le gusto porque cuando me retire, ella hizo intención de buscar otra vez mis labios, pero al darse cuenta donde estábamos, se paró.

Subimos a la habitación, y conforme entramos, echo la cazadora en el portamaletas, se desabrocho la falda, dejándola deslizarse sobre sus piernas, y se sacó la camiseta, quedándose solo con las medias los zapatos y el sujetador negro.

Solo la veía de espaldas, pero ufff, sus piernas y su culo, hicieron que me empalmara.

Se dio la vuelta y mirándome a los ojos, se desabrocho el sujetador, dejándolo caer también al suelo, dejando al descubierto dos preciosos pechos, que aún se mantenían muy bien, pero lo que más me llamo la atención, eran sus ...