Noelia una sumisa no tan asexual (I) - Relatos Eróticos

Noelia una sumisa no tan asexual (I)

... viendo sus ganas, tense la cuerda.

“Me gusta lo que veo Noelia, y como tú lo deseas, no voy a andarme con rodeos, y sin comprometerte a nada, esta tarde en la Isla del Zaidin a las seis y media, coge una mesa y me esperas, hablamos en persona, nos tomamos un café y si luego te quieres ir y no seguir adelante con tus deseos, por lo menos conmigo, tan amigos, también te dire que puedes ir con tu pareja, no tengo problema en conocerlo”

Vi que lo leyó al instante, pero al no ver que escribía, volví a dejar el móvil y seguí con mi trabajo.

Media hora más tarde…

“Perdón por tardar nuevamente señor, pero al decirme que no le importaría que me acompañara mi pareja, he querido hablar con él antes de contestarle, advirtiéndole que yo voy a ir, que solo se lo decía porque Usted me lo ha dicho, y aunque no me ha respondió aun, le dire que con él o sin él, yo estaré alli”

“Perfecto Noelia, alli nos vemos”

Ya no hubo más contactos, por lo que me concentre en mí trabajo, aunque me costó concentrarme.

A las seis me dirigí a la cafetería, quería llegar con tiempo, para verla llegar sin que ella se percatara de mi presencia.

Casi que nos encontramos, porque ella también llego con tiempo y solo lo evito que íbamos por distintas aceras.

Iba muy elegante, y aunque yo siempre la recordaba con pantalones, o había cambiado, o se había vestido para mí, porque sabiendo que había leído mis relatos, sabía muy bien cómo debía presentarse, llevaba una falda negra a las rodillas con vuelo, una camiseta blanca, medias negras y sobre sus hombros una cazadora vaquera, con unos zapatos de tacón negros, aunque el tacón no era muy alto, supongo que al ser ella alta, porque es más alta que yo, o no tendría más altos, o había considerado que esos estaban bien.

Yo iba a entrar tras ella, pero me pare en la puerta, ya que ella se dirigió al servicio, asi que me salí, y espera a verla salir a través de las cristaleras.

No tardó mucho en salir, y como no había mucha gente, la vi comprobar que mesa le venía mejor.

Conforme se sentó, entre yo y me acerque a ella.

-Hola Noe (siempre le había llamado asi, y ahí me di cuenta de que no sabía que yo era su cita).

-Hola xxxx, (me llamo por ni nombre), me alegro de verte, perdona que no te atienda mejor, pero estoy esperando a alguien…

No la deje terminar, sentándome…

-Jajaja, lo se Noe, y yo soy a quien esperas, soy Raul o Sire Leo.

Se puso de todos los colores

-Veo que has venido sola, pero puedes estar tranquila, nos tomamos el café y nos vamos cada uno por su lado.

-No, no es eso, solo que me ha sorprendido, vamos que si me pinchas no sangro.

-Jajaja, pues yo pensaba que me habías conocido, por alguno de mis relatos.

-Pues no, pero tampoco los he leído todos, solo he leído y releído las dos últimas series.

-Luego te dire a que relato me refiero, ¿Qué quieres tomar?

-Una tila, jajaja, no perdona, un café solo.

Se acerco la camarera y le pedí para los dos, me tomé mi tiempo ...