1. Primera vez


    Fecha: 29/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: AmoAtarte, Fuente: TodoRelatos

    El hombre, de pié, con el torso descubierto. La mujer completamente desnuda, pone sus rodillas en el suelo frente a él. Las manos de ella, temblorosas de excitación, quitan primero el cinturón, después, uno a uno, van desabrochando los cuatro botones del ajustado pantalón que él lleva puesto. A continuación, con ambas manos, lo desliza hasta llevarlo al suelo. La excitación del hombre se hace notar debido al bulto que se aprecia tras sus calzoncillos, el cual crece con cada latido de su sangre.
    
    Ella fija su mirada en esa parte del cuerpo y se deleita pensando que en breves momentos podrá ver con sus ojos, acariciar con las manos y saborear con la boca, el objeto que tantos días lleva deseando.
    
    Introduce los dedos índice de sus manos entre la cinturilla del slip y la piel del hombre por las caderas, colocando los pulgares a modo de pinza y, muy lentamente, lo hace bajar.
    
    Al igual que un pájaro cuando sale alegre de su jaula, el pene salta varias veces hasta quedar en posición totalmente horizontal.Es mucho más bonito, largo y grueso de lo que ella imaginaba en sus fantasías. Una descarga eléctrica le recorre el cuerpo. Nota cómo sus pezones se endurecen y los jugos de su excitación van inundando la vagina.
    
    Primero, acaricia el pene con las manos, deslizandolas suavemente por toda su longitud. Acerca la boca y empieza a darle ligeros besos y le va pasando la lengua suavemente. Sonríe satisfecha viendo cómo aquello no cede un ápice en su grosor y dureza, es más, está segura de que ambas cosas han aumentado.
    
    Coloca ahora la punta junto a sus labios cerrados. Los entreabre un poco y acerca el pene lo justo para que el hombre note la calidez y humedad de ellos en su glande. Ella abre un poco más la boca, en la cual va introduciendo el duro miembro ayudándose de una mano; la otra, mientras, acaricia los testículos suavemente pues por nada del mundo quiere hacerle daño.
    
    Él coloca sus manos sobre la cabeza de la mujer e inicia así un movimiento de mete y saca. Está tan excitada que desearía poder apretar sus pezones, ya durísimos, acariciarse el clitoris, introducirse varios dedos en la vagina y acompañarlo en el éxtasis cercano pero, sabe que no debe, que no puede hacerlo e intenta contener sus ansias. La lengua de ella se enrosca, lame, fricciona el pene y nota como las venas del mismo se hinchan anunciando la inminente eyaculación.
    
    Nunca lo ha hecho, sin embargo está dispuesta y preparada esta vez, para recibir el semen en su boca. Este no tarda en llegar. Es copioso, ligeramente denso y se desliza por la garganta dejando un sabor dulcemente ácido.
    
    El hombre emite gemidos de placer. La ayuda a levantarse. La acerca a su cuerpo y la abraza. Ella, emocionada, le habla por primera vez:
    
    —¿Ha quedado satisfecho Amo? 
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