Me pagaron con una mamada - Relatos Eróticos

Me pagaron con una mamada

Este relato es de antes de que sucediera ese gran evento, aun cuando mi mundo sexual se encontraba estancado en la masturbación.

Sucedió dentro de los ambientes de una escuela, por motivos de seguridad no diré cual, en aquella ocasión me encontraba presente en mi salón de clases discutiendo y echando relajo con algunos de mis amigos, casi siempre estoy con alguna chica o una de ellas siempre está en la reunión con nosotros. La verdad, todas están bastante bien y son de las que siguen la corriente.

Esa vez había quedado de arreglar la computadora de una de ellas y se acercaba la hora de retirarnos por lo que fue a confirmar, yo estudio fuera así que tenía que llevarme ella a su casa para iniciar la reparación, durante el transcurso fuimos platicando de diversos temas, ella llevaba una blusa muy escotada y aunque sus pechos no son muy grandes tienen esa forma que las hace apetecibles y podía verlos, era de estatura media y sus nalgas era lo que más le ayudaban.

Al llegar a su casa, entramos y nos fuimos directo a su cuarto pues era donde se encontraba la computadora que debía arreglar y para mi suerte no había nadie en su casa, la verdad no pensaba en hacer cosas malas pues a la mayoría de mis compañeras y amigas las respeto. Entramos en la habitación y me dijo cual era la falla, ella se sentó en su cama y se recostó mientras veía todo lo que hacía por recuperar la información de su máquina, de entre las cuales encontré algunas fotos porno y video, le pregunte que si quería eso también en el respaldo, al principio se sonrojo y dijo que eran de su hermano que siempre estaba de metiche en su PC pero después de decidir que no quería el respaldo de esa información se acerco y se inclino para ver qué era lo que tenía en respaldo fue cuando vi sus hermosas tetas en uno de mis hombros, los sentí y estaban duritos y muy apetecibles y por medio del escote se podía ver bastante, nunca me paso por la mente lo que ella me diría:

-¿Te la han chupado alguna vez?-

De la nada esa pregunta salió, la verdad era que no, así que respondí de la misma manera: no. Ella se acerco más y al ver yo sus hermosas tetas y esa pregunta no tarde en excitarme bastante, ella pudo ver mi erección y dijo: -Te pusiste calientito, ¿Qué podemos hacer para remediarlo?-.

Sin dejarme responder tomo una de mis manos y la metió en su blusa para que tocara uno de sus senos, estaba súper bien, sentía aquella suavidad y ella me miraba y yo masajeaba su seno, me encantaba pero necesitaba aliviar mi calentura. Parecía que ella conocía mis pensamientos pues bajo mi sierre del pantalón y saco mi pene que estaba listo para la acción, comenzó a masajearlo suavemente, con delicadeza; sentía como la suavidad de sus manos me acariciaba sentía muy rico, pues tenía mucho tiempo de que una mujer no me complacía con sus manos. Después se despojo de su blusa dejándome ver todos sus hermosos pechos, a mi me encanto y los estuve masajeado poco a poco mientras ella continuaba dando aquel ...