1. Un encuentro casual e inesperado (6)


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: slave10, Fuente: TodoRelatos

    Era la primera vez que me exhibía como su esclavo.
    
    Las manos de Felipe se acercaron para ir tocando el sujetador que cubría mi pecho. Su cara lo decía todo. El cuero le excitaba.
    
    Sus manos seguían acariciando el sujetador posando sus manos en las copas y arrancando un gesto de dolor en mi.
    
    Felipe desabrochó el sujetador y vio como mis pezones estaban totalmente marcados por puntitos rojos fruto de las puitas que se habían clavado al llevarlo.
    
    Ahora eran sus manos las que recorrían mi pecho, deteniéndose en mis pezones y haciéndome notar sus uñas en ellos.
    
    A pesar de lo manifestado por mi señora Felipe procedió a rodear mis piernas, mis brazos, mi pecho y mi cuellos con cinchas muy ajustadas. Mi Dueña tenía un sillón situado sobre una tarima con el fin de verlo todo. Antes de sentarse se encendió un cigarrillo y se acercó a mi, echó la ceniza en mi boca, me escupió y la llenó de humo de su boca para ajustar la mordaza a mi boca.
    
    Se sentó en el sillón y no dejó de mirarme mientras seguía fumando y sonriéndome.
    
    No podía hablar pero intenté decirle que si lo estaba con un gesto mirando a mi dueña.
    
    Vi como pinzaba mis pezones fuertemente con unas regletas que se atornillaban entre ellas.
    
    Tras unos minutos me enseñó una aguja curva, bastante gruesa con un hilo cogido a ella. Cerré los ojos y sentí como la aguja se iba abriendo paso a través de uno de mis pezones. El dolor era horrible pero no podía defraudar a mi dueña y mordía con fuerza la mordaza.
    
    Mientras notaba como la presión de la aguja se intentaba abrir paso en mi pezon para sobresalir por el otro lado mi dueña se aproximó donde estaba yo y mirándome muy de cerca me dio un beso en la mejilla a la vez que miraba a Felipe y este asentía con su cabeza. No sabía que se estaban diciendo con sus gestos hasta que a la vez que sentía como la aguja había atravesado totalmente mi pezon y el hilo se movía a través del surco realizado mi dueña apagaba su cigarrillo en mi otro pezon.
    
    El proceso de anillado del otro pezon fue similar. Quizás el dolor pensé que iba a ser mayor al haber sido marcado con su cigarrillo, pero no fue así. Fue muy similar. Cuando terminó me desataron procediendo a desinfectar mis pezones con un antiséptico.
    
    Felipe tomó el sujetador, se colocó a mi espalda y colocándolo lo ajustó a mi alrededor. Miró a mi dueña buscando su aprobación y viendo como mi dueña se la daba puso sus manos en las copas del sujetador. Una de sus manos comenzó a bajar por mi cuerpo sobando mi culo y
    
    la otra recorrió mi pecho hasta posarse sobre la braguita que cubría mi polla, sobándola y provocándome una excitación brutal de la que mi dueña se percató.
    
    Felipe siguió sobando todo mi cuerpo a la vez que besaba y mordía mi cuello. Sus manos cogieron las mías para llevarlas donde deseaba que estuvieran, excitándolo. En ese momento mi dueña se levantó del sillón y me apartó de él para hacerme estar a cuatro patas ante ella. Se encendió un cigarrillo y me mandó besar sus ...
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