1. Probadores


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... haciendo. Cada vez que me quito una falda sé que él me esta mirando. Seguramente que no se perderá ningún detalle de mi anatomía visto la cantidad de espejos. En cuanto más me exhibo a ese hombre más sube mi excitación y en cuanto más sube mi excitación mas ganas tengo de exhibirme. Ahora me tengo que probar un vestido. Para ello me tengo que despojar de toda mi ropa y una vez más quedarme totalmente desnuda. Tengo muchísimas ganas de tocarme así que al bajar mi vestido me rozo los labios, mmmmmmm. En ese momento le miro. Habla con su mujer pero me mira. Creo que sabe que le he descubierto, pero le da igual. Al fin y al cabo nadie me impide cerrar esa cortina.
    
    El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Es corto, con unas medias me quedaría estupendamente. Al levantármelo me doy la vuelta de manera a que mientras mi rostro esta cubierto por el vestido mis senos, mi coño se encuentren frente a él. La humedad entre mis piernas es ya evidente, diría que incluso para él. Sus miradas son cada vez más descaradas. No puedo más y decido rozar mis labios con mis dedos, quiero más. Me empiezo a acariciar los senos con una mano mientras que con la otra empiezo a jugar con mis labios y mi clítoris. Estoy ahí de pie, desnuda a menos de un metro de él pero tan solo me puede mirar.
    
    De vez en cuando pasa la cabeza en el probador de su mujer (creo que están casados) pero enseguida vuelve a mirarme. Ahora me siento, frente a él, en la esquina opuesta. Estoy en un estado en el cual ya he perdido una parte de mi control. Sé que ya estoy haciendo ruidos más que sospechosos, pero por suerte está la música tan alta.
    
    Me abro las piernas todo lo que puedo y le ofrezco el espectáculo de mi coño abierto, depilado, mojado. Con una mano separo mis labios y con la otra me empiezo a acariciar. No tardo en introducir un dedo en mi vulva. Ver a ese hombre mirándome de reojo pero fijamente, verme a mi misma reflejada en los espejos, todo ello me transporta. ¡No te imaginas lo excitada que estaba! Luego apoyo mis 2 sandalias en el taburete en el cual estoy sentada y abro todavía mas si cabe mis piernas. Le sonrío a la vez que me introduzco un dedo en mi coño, luego lo saco y me lo meto en el ano, luego otra vez en el primer orificio, de vez en cuando en la boca, así varias veces. A la vez me acaricio los senos, juego con mis pezones. Decido meterme dos dedos en mi coño, luego tres, jadeo cada vez más deprisa, ¡bendita música! Dejo de acariciarme los senos y decido utilizar esa mano para forzar mi ano con un dedo a la vez que no ceso de mover los otros tres dedos y de acariciar mi clítoris. En alguna ocasión el hombre desaparece y vuelve con más ropa para su mujer. Estoy ya tan mojada que se deslizan mis jugos por mis nalgas. Me muevo cada vez más deprisa, ya me voy a correr, lo sé, falta poco.
    
    Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm empiezo a convulsionarme pero no saco los dedos de mi coño, los sigo moviendo, poco, mientras rozo mi botoncito, eso si mi otra mano libera mi ano y ...