1. Disfrutando a mi hijita y volviendola puta III


    Fecha: 06/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Sexo con Maduras Autor: betoperez0101, Fuente: SexoSinTabues30

    Dejé a mi nena en la escuela, y volví a la casa. Lupe estaba haciendo unas cosas en la cocina, y yo me dirigì al granero a revisar unos sacos de mercancia por los que pasarian en un rato. A pesar de no saber cómo actuar cuando llegara la tarde, ya que le habia prometido a mi nena que le enseñaría muchas cosas, estaba tranquilo. Terminé el trabajo, me dirigí a la cocina y le pedì a Lupe una taza de cafè. Sentìa la verga dura y babeante debajo de mi trusa. Me gustaba la sensación de sentir la cabeza húmeda, ya que cada vez que le daba un apretón a mi bulto, pensaba en mi princesa y en todo lo que me gustaría hacerle. Era un viernes
    
    –Lupe, te puedes ir al mediodìa. Voy a llevar a Chayo a comer a la calle y a comprarle unas cosas para la escuela despuès, asì que llegaremos tarde y no te voy a necesitar hasta el lunes, le dije mientras le extendia la paga de la semana.
    
    –Està seguro, patrón? Hasta el lunes? Ya ve que a la patrona le gusta que me quede aqui los sabados por si se le ofrece algo, me dijo con cierta desconfianza, còmo con temor de que la fuera a acusar.
    
    –No, Lupe, mi mujer se preocupa demasiado, y ademàs casi nunca tienes dìas libres. Èsto queda entre nosotros. No te preocupes, nos vemos el lunes, le dije.
    
    Me diò las gracias. Siguiò lavando los trastes y me dijo que habìa comida preparada en el refrigerador por si nos daba hambre despuès. Terminò de hacer su limpieza y exactamente al mediodìa se despidiò y se fue. No era fea la Lupe, debìa tener unos veintitantos, algo gordita, buenas nalgas, nunca me habia fijado en ella, pero le romperìa el culo si tuviera la oportunidad. «Quizàs algun dìa«, pensè.
    
    Después de que se fue, me subì a la camioneta y me dirigì al preescolar a buscar a mi nena. Estaba agitado, nervioso, se acordarìa ella de lo que habiamos platicado por la mañana? En menos de 10 minutos estaba frente a la puerta, cuando me la entregò la maestra. Mi nena me saludò con un beso, la ayudè a cargar su mochilita, di las gracias y enfilamos al automovil. Apenas estàbamos entrando a la camioneta cuando Chayito me dijo:
    
    –Papito, estoy muy emocionada porque me vas a enseñar muchas cosas, no se te habrà olvidado, verdad?, me dijo ella con una sonrisita.
    
    –Nena, estoy un poco preocupado porqué se supone que sòlo a las niñas grandes se les deben de enseñar éstas cosas, y si alguién se enterara de ésto, podrían regañar a papito y castigarte mucho a ti, llevarte lejos de nuestro lado, asì que no sè si deba enseñarte cosas de grandes, le dije a mi nena esperando que ella me dijera lo que escuchaba oìr.
    
    –Pero yo quiero aprender papito, no le dirè nada a nadie de lo que sè, me dijo la pendeja inocente.Ni a mamita, ni a la maestra, ni a nadie, yo sè guardar muchos secretos papito, de verdad, lo prometo, me dijo ella con carita de suplica y haciendo puchero.
    
    –Està bien mi vida, le dije.Tambièn es parte de ser una niña grande el saber guardar secretos, vas por buen camino, nenita. Llegando a casa empezaràn las lecciones, ...
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