1. Persiguiendo a mami sin bragas


    Fecha: 03/05/2024, Categorías: No Consentido Autor: elquefolla, Fuente: TodoRelatos

    Era una mañana muy calurosa de un soleado día de verano.
    
    El padre de Juan estaba trabajando y su madre limpiando y arreglando la casa, mientras que él, un joven de dieciséis años, tumbado en pantalón corto sobre el sofá, estaba viendo sin ningún interés una insulsa serie americana en la televisión, mientras disfrutaba de sus primeros días de vacaciones.
    
    Era poco más de las once de la mañana cuando la vista del joven se desvió ligeramente de la pantalla del televisor hacia su madre que acababa de entrar en el salón.
    
    Pensó Juanito al verla.
    
    Llevaba puesto un vestido de tirantes color crema, muy ligero y ajustado, con faldita de vuelo muy corta que dejaba ver prácticamente todas sus piernas, torneadas y de un moreno dorado, así como un más que generoso escote que apenas la cubría poco más arriba de los pezones. Unos zapatos con tacón la hacían parecer más alta además de realzar su figura, levantarla todavía más sus nalgas y poner en tensión sus sensuales y torneadas piernas.
    
    No logró apartar Juanito sus ojos de los sensuales muslos mientras se aproximaba contoneándose a él.
    
    Algo le dijo que ni pude entender por lo alucinado que estaba, pero, al agacharse a darle un beso, sus ojos se posaron en los erguidos y generosos pechos que se asomaban por un más que generoso escote.
    
    Debió besarle la frente porque la cara del joven chocó con las tetas de ella, y, si no se las baboseó, fue porque la mujer se levantó antes de que lo hiciera.
    
    Le sonrió y su hijo entendió a duras penas que se iba al centro comercial a ver tiendas.
    
    Se giró hacia la puerta, dándole la espalda, y los ojos del joven se clavaron en sus prietas y levantadas nalgas, en el sensual movimiento que las imprimía y en el bamboleo de sus caderas.
    
    Desapareció por el pasillo y escuchó el joven como salía de la casa, cerrando la puerta.
    
    Tragó saliva pensando en lo que había visto, en lo buenísima que estaba su madre, y cayó en la cuenta que estaba empalmado, que una enorme erección levantaba la bragueta de su pantalón.
    
    Sabía que su madre era muy hermosa, objeto del deseo de muchos hombres, aunque al verla a diario, no solía darla mucha importancia. Pero hoy se la había puesto bien dura y tiesa, por el motivo que fuera, quizá porque estaba de vacaciones, porque estaba ocioso y aburrido, porque hacía calor, o porque ella se había puesto una ropa muy sensual que dejaba ver y mucho más imaginar muchos de sus más que evidentes encantos.
    
    Se dio cuenta que no se marcaban sus braguitas debajo de la falda, juraría que no llevaba ni tanga. Además, no llevaba sostén, que se hubiera notado a través de la camiseta. Entonces ¿no llevaba ropa interior debajo de aquel vestido tan ligero?
    
    Se levantó de un salto del sofá y corrió hacia su dormitorio. Abriendo la puerta, vio que el vestido que su madre llevaba en casa estaba, como tenía la costumbre, encima de una butaca. Lo cogió y vio sus bragas y su sostén debajo, ocultos por el vestido.
    
    No se lo podía creer. ¡Había ...
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