1. Casada infiel


    Fecha: 30/04/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Hansberville, Fuente: TodoRelatos

    CASADA INFIEL
    
    Pocas cosas más excitantes que una casada infiel. Ya sea por despecho o por aburrimiento las mujeres casadas son auténticas fueras en el sexo. Atrevidas, determinadas y dispuestas a probar cualquier cosa en busca del máximo disfrute sexual. Yo llevo casi un año liado con una casada de 38 años, 10 menos que yo. Desde el principio los dos tenemos muy claro que esto es solo sexo. Ella es una de esas mujeres que parecen recatadas y nadie imagina que es casi adicta al sexo. Siempre está dispuesta a follar, nunca le duele la cabeza y si está con la regla no desaprovecha la ocasión para mamar (y tragar).
    
    El marido es un personaje prepotente, arrogante y egoísta que no la atiende como debe. Un empresario con cierto éxito y buena percha que piensa que todo el mundo besa por donde pisa. El pobre no imagina que cada día tiene más trabajo para entrar por las puertas ya que sus cuernos crecen a gran velocidad. Ella, su mujer, harta del tipo, se entretenía en un chat en el que una vez coincidimos. No sé si fue un golpe de suerte o que realmente le llamó la atención mi manera de escribirle, lo cierto es que de todos los tíos que le entraron yo fui uno de los "agraciados". Después de varias conversaciones pasamos a intercambiarnos los telefonos. Comenzamos a tener más contactos y charlas en las que nos pusimos al día e intercambiamos fotos. Al final se produjo lo inevitable.
    
    Ahora tenemos una relación de sumisión en la que ella ejerce de mi perrita y le encanta. Ayer fue la última vez que quedamos. La recogí a la salida de su oficina al mediodía. Como digo, ella siempre está dispuesta. Así que en cuanto quedamos se organizó. Llamó al cornudo de su marido para decirle que le había surgido una reunión importante y no pasaría por su casa para almorzar. Realizó la llamada mientras yo conducía por el centro de la ciudad hacia un hotel que suelo reservar.
    
    Después de recoger la llave de la habitación en la tercera planta y mientras subíamos por el ascensor se desnudó por completo. Se deshizo de su chaleco beis de cuello vuelto y de su minifalda de cuero negra. También de su sujetador de encaje y su tanga negro a juego. Solamente quedó con unas medias negras hasta casi sus ingles. Metí toda su ropa en una mochila de deporte para la ocasión y le puse su collar rojo de perra al cuello. Salimos a nuestra planta tirando de su cadena de perrita dos pasos detrás de mi.
    
    Hasta llegar a nuestra habitación nos cruzamos con dos huéspedes. Un chico de su edad que la miró con deseo. Y una chica joven que sintió envidia por no ser ella mi perrita.
    
    Cuando entramos me senté en un sillón mientras ella me preparó una copa. Totalmente desnuda me recreé en sus maravillosos glúteos mientras se dirigía al mini bar y me preparaba un gin tonic. Luego se giró hacia mi con el vaso en la mano y la cadena entres sus dos preciosas tetas. Pese a haber sido madre sus pechos aún ganaban la guerra a la gravedad. Se acercó con su media sonrisa entre inocente y lasciva. Se ...
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