1. Babysitter


    Fecha: 28/04/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    Estaba salido caliente y duro como el pico de una plancha, pero ese parecía mi estado habitual. Con diez y ocho bien cumplidos y sin haber mojado nunca el churro quien puede culparme.
    
    En ese momento me hubiera follado casi a cualquiera y en muchos de mis momentos mas depravados dejado follar por casi cualquiera. No estaba mal del todo, alto, delgado, moreno, depilado, hacia ejercicio. Pero no me había comido un colin.
    
    Claro que no pensaba que las cosas podrían salir así. En el adosado de al lado se vino a vivir un matrimonio de unos treinta y con un niño pequeño, Marta y Alex. Como yo les caía bien a ellos y al crio empezaron a contratarme para que se lo cuidara cuando ellos salían juntos. Aunque no es muy normal un chico babysitter.
    
    Verano caluroso y con poco que hacer, yo me ganaba algún dinero por algo que no me costaba mucho. Aprovechaba para repasar, leer o ver cosas en el móvil. El crío era un encanto y tampoco me costaba trabajo mantenerlo entretenido.
    
    De vez en cuando salían de fiesta o con amigos y yo me quedaba en su casa hasta que volvían. Una noche leyendo con una pequeña luz en la habitación del niño junto a su cuna les oí llegar de una cena a la que habían asistido.
    
    Marta se había puesto un vestido corto muy sexi, con un gran escote en uve que le bajaba entre los cónicos y duros pechos hasta casi el ombligo y Alex una camisa y un pantalón blancos de lino finísimos y ajustados a su musculoso pecho y muslos.
    
    Estaban bien buenos los dos. Ya les había visto a ambos con menos ropa, en bikini y bañador tomando el sol en su césped, o a él sin camisa en una tarde de calor.
    
    Pero aquella noche arreglados y ella maquillada y con un recogido de peluquería, podrían haber seducido a cualquiera. Los había visto y admirado antes de que se marcharan y yo me hiciera cargo de la casa. Incluso me atreví a echarles un piropo:
    
    - ¡Que guapos estáis!
    
    - ¡Bah! Esto no es nada.
    
    Pensando que yo estaría dormido pasaron por el jardín besándose con ansia. Metiéndose mano y magreándose, sin saber que yo estaba viéndoles por la ventana. Se me puso dura de inmediato estaba viendo un espectáculo porno en vivo.
    
    No podía dejar de mirarlos, como él bajaba los tirantes del vestido desnudando sus tetas cónicas y duras, sin sujetador, y lamiéndolas con ganas. Marta le abría la camisa y le chupaba las axilas y todo el pecho y yo me tocaba la polla a la vez.
    
    Todo eso en medio del jardín cuando aún podía verlos algún vecino trasnochador, incluidos mis padres desde su dormitorio. Subieron las escaleras riéndose y haciendo más ruido del necesario y suponía que sin dejar de meterse mano.
    
    Cuando pasaron delante de la puerta del dormitorio en el que yo estaba, en el segundo piso, me hice el dormido en el sillón. Ellos se asomaron, casi en silencio, para ver como estábamos y siguieron hacia su dormitorio.
    
    De inmediato volví a asomarme esta vez a la puerta de la habitación, desde donde si dejaban la suya abierta podría verles. Tenían tanta ...
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