Relato 2 Ayudando a Javier - Relatos Eróticos

Relato 2 Ayudando a Javier

Iniciando a Steven en el Sexo 2 relatos por si quieren seguir la secuencia, desde la primera vez que tuve relaciones sexuales a mis 12 años,

Ha pasado una semana de que tuve sexo con Javier y con Steven, con Santiago ha pasado como un mes, Santiago anda detrás de una chica que quiere comerse, ella no le da ni la hora, pero mantiene todo el tiempo detrás de ella, creo que por lo cansón no le han dado nada, por eso no ha vuelto, lo he invitado varias veces pero me dice voy para donde fulanita, en el colegio ya casi no andamos juntos pues el mantiene pegado a la chica, Esteban se retiró del colegio, así que ahora ando con los nuevos compañeros, no dejo de ir detrás de los baños con alguna chica que quiera que nos besemos y yo aprovecho de vez en cuando para tocar su cuerpo, cuando se dejan.

Sigo viendo a Javier en la panadería, ya casi no hablamos desde que tuvimos relaciones y no es porque yo no lo desee, el ya no arrima a charlar como antes, lo he llamado cuando lo veo en la esquina, me ignora, creo que anda consumiendo más.

Steven no ha vuelto está castigado, que raro, no contesta mis mensajes supongo que tiene confiscado el celular, estos días la he pasado muy aburrido, haciendo tareas, oficio en casa, viendo tv, estoy tan aburrido que ni porno me dan ganas de ver, y de la paja no me la he hecho como hace 5 días, jajajaja, es bastante tiempo.

Ya mañana es viernes, no toca estudio hay reunión de profesores, estaré todo el día en casa, no sé qué hacer para desaburrirme, mamá está llena de trabajo, me llama siempre para ver como estoy y para decir que llega tarde, a verificar que hice mis tareas, que no ande la calle.

Son las 10 de la noche mamá no ha llegado, ya estoy acostado, supongo que hoy no la vere y mañana cuando despierte ya se habrá ido. Me levanto son las 8 de la mañana, me levanto tengo una erección, estoy esperando a que baje para orinar. Voy a desayunar, me asomo a la ventana, veo a Javier en la esquina de la panadería, salgo y lo llamo Javier, Maní, Javier, no me ignoro, se arrima, que más Gomelito, me tiene olvidado.

Yo: esas bobadas lo he llamado varias veces y me ha ignorado

Javier: que pena, seguro estaba muy drogado.

Yo: me imagino que sí, ¿Estás drogado?

Javier: No Gomelito, a esta hora, tampoco. Ando es con palo de gorobeta.

Yo: venga y desayunamos.

Javier: A lo bien Gomelito. Por eso pana es que lo quiero.

Anda sucio como últimamente, él era un chico que andaba bien arregladito, bien vestidito, se veía relindo. Espéreme, siéntese, le señalo la mesa del comedor.

Mientras yo preparo huevos fritos, caliento el café, parto pan le unto mantequilla, pongo queso y mortadela, sirvo dos platos. Nos sentamos a desayunar. Javier devora en un momento todo, yo no he terminado.

Javier: se para me da un abrazo a mi cabeza, Gracias Gomelito.

Yo aprovecho y miro su pene que se mueve por toda esa pantaloneta, no dejo de mirar, se percata no dice nada y yo no quito mi mirada, vuelve, se sienta ...