1. Autofelación (Autofellatio)


    Fecha: 20/04/2024, Categorías: Masturbación Autor: aldric, Fuente: SexoSinTabues30

    Esta historia que os voy a relatar no es inventada, es cierta, empiezo.
    
    Una noche en una cena en casa de mi familia, yo era el único adolescente en la mesa, estabámos reunidos con amigos de la familia, había corrido el vino y los mayores se explicaban chistes, algunos subidos de tono como pasa en muchas cenas.
    
    Yo por aquel entonces ya habia descubierto la masturbación y leia toda la literatura erótica que caia en mis manos para ampliar mis conocimientos y erotizarme hasta las cejas. No era rara la noche que no me masturbara de dos a tres veces seguidas, estaba electrizado. Me moría de ganas de tener sexo con otras personas, de oler el sexo de una mujer, de comerlo, llenarme la boca. Era habitual que los fines de semana estuviera solo, así experimentaba las maneras de masturbarme, un dia después de un baño, con una masturbación incluida, llevé la ropa, al cesto de la lavadora. Era de mimbre y al levantar la tapa,vi las braguitas de mi madre entre la ropa. Me dió un vuelco el corazón, las pulsaciones me subieron de golpe, el corazón me iba a mil, extendí la mano temblando de excitación, las abri y vi todo el flujo seco enganchado. La cabeza me iba a estallar, aquella fantasia de poder oler un sexo femenino sólo era cuestión de mi mano. Decidí disfrutar del momento, me acerqué con mucha lentitud las braguitas, mirando el flujo fijamente, me lo acerque´a la cara, en este corto espacio de tiempo ya tenía una erección durísima. Sólo pensaba, por fin vas a oler, vas a oler. Y olí, la sensación fue intensa, insipiré profundamente y el olor a coño inundó todo mi ser, estuve ahi emborrachandomé de coño un buen rato.
    
    Estaba desnudo delante del cesto, lo revolví como un poseso y encontré otras braguitas, llenas de flujo, me fui corriendo a la cama con mis dos trofeos y empecé a olerlos sin parar, me encantaba la olor. Yel gusto? Mi corazón palpitaba como desbocado, la única manera de saberlo era lamiendo las braguitas. Saqué la lengua timidamente, era un poco salado, pero dulzón a la vez, me encantó. Me metí todo el flujo en la boca y empecé a comer y a masturbarme, tuve un orgasmo bestial, me salía la leche a borbotones. Seguí con esta pràctica un tiempo largo , escondia las bragas que encontraba en el cesto al fondo, así mi madre no sospecharía. Olía, comía, me corría y las escondia en el fondo del cesto. Una noche de desenfreno me corrí encima del flujo y saboreé las dos cosas a la vez flujo y leche. Me gustó. Lo practiqué un tiempo, pero no duró mucho, mi madre debió descubrir las braguitas secas de flujo y leche en el fondo del cesto y de un dia para otro ya no econtré mas braguitas.
    
    Volvamos a la cena, era el único adolescente y con los chistes y el vino, los mayores empezaron a hablar de sexo, una amiga empezó a relatar una vivencia, habían alquilado una vivienda en la costa para pasar la vacaciones y que tenía piscina a la vista de todos. Alguna vez se habían encontrado gente haciendose un baño y no le habían dado mas importancia. Una ...
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