La primera masturbación - Relatos Eróticos

La primera masturbación

Me llamó Valeria y vengo de una familia súper conservadora y católica, hablar de sexo o mi primer período ni pensarlo mucho menos el tener novio o amigos. Tenía prohibido ir a la casa de mis amigas y una lista larga de cosas que no podía hacer porqué era "pecado".

Mi familia era mi abuela (viuda), dos tías y un tío (una de ellas casada y con un hijo y los otros dos solteros) mi mamá había sido mamá soltera y por desgracia había fallecido. Me consideraba bonita y de buen cuerpo a pesar de no usar ropa muy reveladora o a la moda; medía 1.62 y tenía unas tetas grandes y un culo bien formado. Llamaba la atención cuando usaba pantalón es por eso que no lo usaba tan seguido pues mi abuela no quería una nieta puta.

Mi vida transcurría de la casa a la escuela y los domingos en misa, me molestaba esto último pues a mi primo no lo obligaban a ir y gracias a esto descubrí lo que era el sexo y de ahí nació esa tentación de querer tener una verga dentro mío, aunque al principio sólo me conformaría con mis dedos y mi imaginación.

Era un domingo yo no me sentía bien me había resfriado así que mi abuela accedió a qué me quedará en casa ese domingo, mi primo había salido a ver a su novia una gordibuena muy bien proporcionada de nombre Beatriz, como se iba temprano no se enteró que ese día me quedaría en casa. Sabía que llegarían tarde pues tendrían una kermess en la iglesia y pensaba en dormir la mayor parte del tiempo y así lo estaba haciendo hasta que escuché unos ruidos. Creí que sólo era mi imaginación o que estaba delirando porque me encontraba enferma así que volví a dormir.

No supe cuánto tiempo dormí o dormite pero al despertar bien escuchaba más ruido como si azotaran algo y luego gemidos y gritos así que me asusté, pero mi curiosidad pudo más así que me arme de valor y sin hacer ruido salí de mi cuarto y caminé hasta dar con los ruidos y fue tal mi sorpresa al descubrir que venían del cuarto de mi primo así que me acerqué con cuidado y al ver aquella escena primero causo impresión y después envidia por Betty.

Mi primo la tenía en cuatro y la bombeaba con mucha fuerza, le golpeaba las nalgas con fuerza y la jalaba de la coleta que traía en el cabello. Ella le gritaba que más fuerte que no dejará de darle y él le dijo: claro que te seguiré dando porque eres una perra que merece que la castiguen, mientras ella gemía más fuerte; empecé a sentir calor y como mi vagina se humedecía al ver aquella escena la novia de mi primo traía una lencería rosa fucsia de encaje que no dejaba nada a la imaginación y unos tacones de color negro de 15 cm a juego con un collar bdsm con una cadena.

Me puso muy cachonda verla de aquella manera sumisa y entregada a mi primo que la maltrataba y la cogía como una verdadera puta, mi sorpresa fue mayor cuando la volteó y visualice como traía unas pinzas en los pezones que mi primo empezó a jalar para hacerla gritar como una loca, ahora estaban acostados de lado pero mi primo no dejó de jalar la correa y entonces se ...