1. Mi primer negro


    Fecha: 19/04/2024, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hawai, temporada de surf y yo esperando tener unas semanas de total tranquilidad… Después de una fuerte ruptura amorosa estaba decidida a mantenerme alejada de los hombres y de mi jefe (sí, me acostaba con el jefe); pero a mis 24 años a veces es un poco difícil negarse a algo de placer.
    
    Ahí estaba yo, tres días de bronceado habían resaltado las pecas de mis hombros y espalda, recogía mi cabello rojo para que todos las vieran. Aunque no tenía intenciones de tener sexo elegí los bikinis más sexys que encontré, y los vestidos más ajustados que tenía para las noches de fiesta.
    
    La tentación se presentó frente a mí en forma de un hombre negro, surfista, cuerpo espectacular, cabello muy corto y los labios más sensuales que había visto en un hombre. Estaba saliendo de la alberca cuando me acercó una toalla, intentó abrazarme con ella pero lo rechacé, se la quite y pasé de largo.
    
    -Hola, me llamo Rubens. Te he visto varias veces- Me dijo él con un acento algo extraño pero con un perfecto español.
    
    -Hola Rubens. ¿Me das chance? Quiero descansar- Le respondí y me fui a un camastro a leer un libro, al poco tiempo un mesero me llevó un coctel con una nota. La nota decía: “Regálame una noche, te invito a cenar. Tú decides cuándo y dónde”. Rubens.
    
    No pude evitar sonreír al leer la nota, me tome el coctel y me puse mis lentes oscuros. Me quedé pensando en él, lo había visto solo unos minutos pero había notado sus brazos fuertes, su cuerpo alto y ancho; vaya que contrastaba su complexión con la mía, mis proporciones pequeñas eran nada en comparación con las suyas. Aposte y más tarde comprobé que mis pequeños senos cabían perfectamente bien en sus manos, que con sus dos manos cubría mi cintura completamente y sí, tenía un gran equipo.
    
    Esa tarde salí con una amiga a tomar unos tragos, estábamos ya un poco borrachas cuando dos gringos se nos acercaron. Mi amiga no dudó en pasar la noche con él pero yo seguía manteniéndome fiel a no coger, el tipo se puso un poco pesado e insistió en acompañarme a mi hotel; cuando llegamos intentó besarme pero me negué y como por arte de magia Rubens también iba llegando. En silencio pasamos por nuestras llaves a la recepción, caminamos al elevador y me hizo la plática.
    
    -¿Me vas a decir cómo te llamas?- Me preguntó él
    
    -Sofía- Le dije un poco cortante.
    
    -Un placer Sofía. Tenemos pendiente una cena, paso por ti mañana a las 8 o a las 9?
    
    -No acepte ninguna cena.
    
    -Tampoco la rechazaste. Y como te ves esta noche, no voy a dejar que me digas que no.
    
    El elevador se paró en mi piso y se ofreció a acompañarme a mi habitación, le dije que no.
    
    La mañana siguiente me avisaron que tenía una sesión de spa cortesía de Rubens. Eso sí lo acepte y fue delicioso, cuando salí él me estaba esperando.
    
    -El spa de dejó aún más espectacular.
    
    -Gracias por el detalle- Le dije con una sonrisa.
    
    -Sonreíste igual cuando leíste mi nota. Me gustas mucho Sofía, por favor vamos a cenar.
    
    -Pasa por mí a las 8, ya sabes ...
«1234»