1. Dominación, sexting y placer


    Fecha: 12/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    Ahí estaba yo, pensando en la señorita R, solo en casa, por fin un día tranquilo. Después de casi un mes sin tiempo para nada, corriendo de aquí para otro sitio. Cuando digo para nada es para nada, ni siquiera para mí.
    
    Con la única compañía de mi perra, la cual a todos los lados me acompaña. Mi pareja, bueno mi pareja trabajando y cuando llega a casa… el móvil es una prolongación de sus manos.
    
    Escuchando un día la radio, me dieron ganas de acudir a Apps de esas de citas, pero con el mismo interés de quien se pone una peli de serie B un domingo al mediodía, vamos, para pasar el rato.
    
    Mientras escucho en la radio un programa de tertulia política de dudosa calidad, prestando poca atención, o nula, a lo que escucho. Hay días que tengo la sensación de consumir programas de radio, del modo en que consumo imágenes, productos, comida, como cuando voy al supermercado y escojo una longaniza…
    
    Yo seguía haciendo la casa, sin ganas, un día cualquiera, sin más interés que el de acabar pronto para tumbarme un rato en el sofá y dedicarme tiempo a mí y a mis oscuros recuerdos que tengo de la señorita R.
    
    De repente y mirando los estados de WhatsApp me doy cuenta de que hay un mensaje cifrado de la señorita R que decía:
    
    -Sé que me echa de menos, amo. Yo también tengo ganas de usted. Y una carita de diablo. Señal inequívoca de que era un mensaje para mí.
    
    Vuelvo a mirar por si acaso había leído mal y veo que ha puesto otro estado, esta vez una foto de su escote manchada con un poquito de chocolate, nada, inapreciable, pero yo no veo fotos, yo miro, observo fotos. Tanto es así y tan tonto de mí, que moví el móvil por si veía más allá de esa camiseta blanca mínimamente manchada.
    
    Al segundo borró los estados, eso quería decir que también estaba pendiente de que yo, su amo, los viera.
    
    Mi reacción era clara, escribirle otro estado para que supiera que yo también pensaba en ella y en esas montañas duras que tiene por pechos.
    
    -Sí, yo también tengo ganas de ti, mi pequeña cervatilla, tu amo te desea, escríbeme.
    
    Tardó 0’1 segundo en verlo, y en escribirme.
    
    R -Hola, cómo estás. Pregunto.
    
    Y - Esa es mi diablilla, estoy bien, escuchando una mierda en la radio y acabando de limpiar la casa, planazo para el día de hoy.
    
    R – Pues casi como yo, mi chico se fue a las 06:00 a trabajar, dejé a la niña en el cole, recogí la casa y aquí estoy, tumbada en el sofá y escuchando música y con el móvil pensando en ti y escribiéndote por si me leías.
    
    Mi imaginación saltó de repente como cuando haces palomitas en una sartén, empecé a fantasear con la señorita R. En que llevaría puesto, que le apetecería, en recordar nuestros encuentros… aunque con aquellos estados que había puesto, con la cara de diablillo y aquella foto, ya sabía lo que buscaba y lo que lleva puesto.
    
    Y – Bueno, pues yo también voy hacer lo mismo, tumbarme un rato en el sofá. Y a pensar en ti.
    
    R – Yo también estoy pensando en ti y la verdad es que me está entrando calorcito.
    
    Y ...
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