1. La extraña vida de Laura Reviere


    Fecha: 12/04/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Asmodeo El Grande, Fuente: SexoSinTabues30

    Pesadillas de invierno
    
    Mi espalda me despertó aquella noche. Adolorida de dormir en el suelo, me estire fuera de la cobija que había jalado desde mi cama. El reloj de mi cómoda decía casi las tres de la mañana. Me sentía un poco cansada y muy sedienta. Me puse de pie, tambaleante y abrí muy suavemente la puerta: el oscuro pasillo estaba desierto. La puerta del cuarto de Pau estaba bien cerrada y no había luz bajo de ella. Bien, suspiré aliviada, salí como una ladrona en mi propia casa hasta la cocina y bebí un gran vaso de agua. ¿Que estoy haciendo? Pensé y limpie el agua de mi barbilla, huyendo de mi propia hermana en una casa de 8 por 8 metros, no es la mejor estrategia de todas.
    
    Me senté en el sillón de la sala. Frío, una noche terriblemente nublada. Mi piel sufría con el frío pero no quise moverme para nada. Me subí mis medias y abrace mi cuerpo. Me quedé mirando a mis pies, perdida en mis pensamientos, quería que el frío se llevara mi tren de ideas muy lejos. El beso, la calidez, su saliva… sacudí la cabeza, no sentía asco pero me dejó una sensación extraña y emocionalmente contradictoria: por un lado era Paulina, la Paulina que me había arropado de noche y me había cuidado cuando estuve enferma y por el otro, aquel había sido el mejor beso de mi vida. Demonios, pensé y me apreté los ojos, qué diablos pasa… conmigo.
    
    -¿Lau? -la suave voz de Paulina salió de entre las sombras de la sala.
    
    Respingue un poco pero no salí huyendo. Sólo apreté con fuerza mi abrazo alrededor de mi cuerpo.
    
    -¿Está todo bien? -Pau se veía adormecida pero genuinamente preocupada.
    
    ¿Como que si está bien?, Pensé, !Nos besamos¡ !Y no fue un beso precisamente fraternal! Gritó mi mente.
    
    -Solo estaba sedienta, no podía dormir -dije y me talle los ojos.
    
    -¿Tuviste una pesadilla? -Pau se sentó un poco lejos de mi en el sillón, no me miró, se sujetaba un brazo como si le doliera y tenía la mirada clavada en el suelo.
    
    -Algo así, si, tuve una pesadilla.
    
    -Deberíamos ir a dormir, aquí está helado -Pau se frotó los brazos con las manos.
    
    -Tienes razón -me levanté y estiré mi castigada columna.
    
    -¿Te duele algo?
    
    -Creo que dormí chueca -dije con las manos en la cadera, me levanté y pasé junto a ella sin mirarla-, descansa Pau.
    
    -Laura -Pau se puso de pie pero su mirada no encontró la mía- sobre lo que pasó hace rato, perdoname.
    
    -Te oí las últimas 50 veces, yo… -un incómodo silencio nos arrebató las palabras- solo dejémoslo así, tú y yo seguimos como siempre.
    
    -¿Así nomás? -la voz de Pau se oía un poco herida.
    
    -Perdon se que, quizás debería decir otra cosa pero -suspiré pesadamente- no se me ocurre nada, solo vayamos a dormir quizás mañana estén más claras las cosas.
    
    -Te entiendo -Pau pasó junto a mi, también abrazándose para evitar el frío- Laura-, mi hermana se detuvo en mitad del pasillo y se giró hacia mí-, yo también tuve algunas pesadillas.
    
    Nos quedamos mirando durante unos segundos, como evaluando nuestras opciones.
    
    -¿Crees ...
«1234...»