Soy la sumisa de mi unico Hijo - Relatos Eróticos

Soy la sumisa de mi unico Hijo

... llamaba para que me explicara a donde se dirigía, hasta que pasamos por un baldío , donde normalmente se reunían muchos pandilleros, desde antes de pasar por ese lugar observe como me notaron a la distancia y comenzaron a chiflarme, en ese momento sentí como se me helaba la sangre, probablemente del miedo a que fuera a pasar, pero la excitación que sentía era más grande que eso, el paso por donde estaban todos, imagínense yo una mujer de 36 casi 37 años vestida así, a esa hora de la noche, me comenzaron a rodear mientras yo observaba unos cuantos metros atrás, escuchaba como me decían tantas cosas sucias, yo estaba a punto de reventar de la excitación, sentí como me dieron unas nalgadas, mientras mi hijo-esposo intentaba salir de ahí, en ese momento pensé que tal vez tenía que hacer algo, pero mi miedo era muy grande también, eran muchos de ellos, no sabía que hacer, pero en ese momento el me volteo a ver y me llamo: “esposita ven”, inmediatamente avance hacia el, mientras me insultaban y me manoseaban al caminar hacia el, avanzamos hacia una avenida que habíamos pasado, el grupo de pandilleros nos seguían el paso mientras nos decían insultos, como maricon y a mi puta, jaloneaban mi vestido, pero afortunadamente en ese momento paso un taxi, el cual tomamos inmediatamente, fue tanta la adrenalina, que al subir al taxi nos empezamos a besar y no nos importó el taxista que era un señor gordo y pervertido, me empecé a quitar el vestido, quedando yo solo con mi ropa interior, mi collar de encaje, la diadema con los guantes y mis puti medias, mientras el taxista nos observaba fajar, llego un punto en el que avanzamos varios minutos y nos llevó a otro baldío, ahí me quite el sostén y mi tanguita que ya estaba mojada, el taxista los tomo y los comenzó a oler, mientras sacaba su verga y se comenzaba a masturbar, eso no nos importó y seguimos cogiendo, llego un punto en el que me estaba tocando mis tetas, mientras yo gemía como puta, el no aguantaba, hasta que se vino dentro de mi,

Y le dije:

el taxista lo notó y se acerco a mi con su verga, mientras se seguía masturbando, entonces se vino en mi carita inocente, ese día me di cuenta de lo excitante que era que mi hijo me tratara como su mascota o como si fuera una cualquiera y me vistiera como puta mientras me observaban, probablemente no me desnude en público o no fui violada por un grupo de pandilleros, pero esto fue totalmente real, fue solo el primer paso para un sin fin de experiencias que comenzamos a vivir desde ese día,

Bueno amigos dejen sus medios de contacto y ya vera mi hijo y yo si los contactamos o no…