1. METAMORFOSIS 121


    Fecha: 02/04/2024, Categorías: Gays Autor: Betelgeuse, Fuente: SexoSinTabues30

    Amanda se miraba la barriga, iba creciendo de a poco, las pataditas del bebé se hacían notar por dentro, la mano maternal frotaba la piel del vientre, la tarde caía ante el testimonio del crepúsculo, ella estaba ida en sus meditaciones y cavilaciones, pensativa se limitaba a frotar y frotar su barriga, aparecía de repente a su pensamiento la imagen de aquel militar al que se le había entregado, cerraba los ojos para recordar con detalle aquellas caricias, aquellas declaraciones de amor combinadas con los besos más apasionados y deliciosos que podía haber probado, de su hálito salió un nombre, Gustavo, y lo hizo repetir mientras miraba ocultarse el sol saliéndole más de una lágrima, ella estaba arrimada al frondoso árbol que era un grueso samán, su largo pelo rozaba con la corteza del árbol, se quedaba en parte pegado, las hojas sonaban al contacto del viento saliendo un sonido de arrullo para ella y para el bebé que estaba esperando, sintió no estar sola, sintió estar en calma, ya las lágrimas habían cesado, de nuevo cerraba los ojos para pensar en él, preguntándose en donde ahora estaría, si vive o muere, la paz que sentía en su interior le hizo reflexionar que con seguridad Gustavo Adolfo estaba vivo, posteriormente ella hizo puño con el poco de tierra escogida y la fue soltando simulando el tiempo desde su partida, recordaba al descendiente de caucásicos, de su bolsillo de delantal sacó una fotografía de él, la única que conservaba, aquella foto de aquel militar siendo niño, Amanda deseaba que naciera pronto su hijo, anhelaba tenerlo entre sus brazos y que crezca como su padre, ella se sentía culpable de no haber aceptado irse con él, se sentía culpable de haber cambiado el destino de su hijo, lamentaba el que el militar no supiera que le iba a dar un hijo, amaba a su familia y por ella lo había dejado, pero ahora de su padre sólo tenía desprecio, sólo su madre en parte le consolaba pero en ratos de iras le recordaba su falta, tenía el rostro humedecido de lágrimas, se preguntaba qué sería del destino de ella y su hijo, vio que se acercaba la noche, se incorporó tomándose la barriga, caminó u poco y se sentó, estaba aún lejos de su cabaña, ya se podía escuchar a los animales de la noche, sintió ser sujeta de su brazo, era su padre que había venido en su búsqueda, los reclamos de su impertinencia no se hicieron esperar, eran llenos de enfado, la madre y su hermanito la esperaban en la entrada, esa noche comió poco como los otros días, la madre preocupada por aquello, Amanda sollozaba las noches, más por motivo de haberle fallado a su padre, aquel hombre había depositado todas las esperanzas en su hija, sobre todo que en esa época ya las mujeres tenían derecho a la educación y al voto, a veces su hermanito dormía con ella abrazaditos esperaban la llegada de la mañana, el cantar de gallos y de nuevo se repetía la fatigosa faena para Amanda, dar de comer a los animales y preparar la comida humilde, los ahorros de la familia se habían invertido en ...
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