1. Átame a ti: Capítulo 1


    Fecha: 01/04/2024, Categorías: Incesto Autor: Andy, Fuente: TodoRelatos

    ... No entendía como la plática había comenzado a girar alrededor de ella, de cómo era una de las mujeres más hermosas y de las que más buena estaba de toda la universidad. Aquello no era ningún secreto para Lu, no era ciega y sabía de antemano que So era muy bella. No tenía que verla conotros ojos para darse cuenta, sin embargo, cierta incomodidad hacía que se removiera sobre el césped y mientras Carlos más la nombraba, más crecía esa sensación extraña que se transformaba en una enorme bola en su estómago que le dificultaba tragar.
    
    El inconveniente provino cuando su mente comenzó a divagar, llevándole flashes de los comentarios más explícitos que su mejor amigo agregaba. La incomodidad dio paso al pánico; estaban hablando de su propia hermana ¿Por qué iba a pensar en forma lasciva de ella?
    
    Era culpa del estúpido de Pérez.
    
    ― No es vergüenza, pero es mi hermana, zopenco ― dijo dándole un golpe en el brazo. Carlos se quejó con fingido dolor.
    
    ― No te pongas celosa, Analú, tú también eres bonita, pero no te puedo ver de otra forma. Eres como mi hermanita ― otro golpe. ― Bueno, ya. Me vas a dejar morados.
    
    ― Entonces deja de decir estupideces.
    
    ― ¡No estoy diciendo estupideces! ― Exclamó con un exagerado dramatismo. ― Estoy hablando de algo muy importante. Tú vives con ella, te gustan las chicas, por ende, tuviste que darte cuenta que tú hermana tiene el mejor culo de la universidad, de tetas tampoco está nada mal y tiene una cintura que parece una abeja. Además, tiene una carita qué…
    
    ― Ok, es momento de que me marche antes de que te hagas una paja ― dijo poniéndose de pie. ― Y me da más asco que sea por mi hermana.
    
    Carlos soltó una sonora carcajada antes de ponerse de pie y acompañarla. Se adentraron al interior de la casa para que la chica pudiera despedirse de los señores Pérez y, con un saludo de manos, se despidieron los amigos. Ana cruzó el jardín hasta una motocicleta K-Light doscientos dos, de la marca Keeway. Adoraba ese tipo de motos «antiguas», la línea motera ochentera y su color negro mate eran una delicia a la vista y lo mejor, tenía un precio que se ajustaba a su corto presupuesto de estudiante. Acomodó el bolso en la pequeña maleta del vehículo, se acomodó sobre los pedales e hizo rugir el motor antes de ponerse en marcha.
    
    La serpenteante carretera se presentaba tranquila bajo el grueso cristal del casco modular gris oscuro con pequeños detalles de carbono negro que le brindaban la mayor protección. Bajo ese implemento de seguridad nadie podía reconocerla, pero ella podía apreciarlo todo. El viento, aunque cálido, golpeaba gélido la húmeda ropa y piel de la deportista, pero su mente no procesaba esa sensación. Su cerebro solo calibraba que se dirigía al departamento que compartía con su hermana desde un par de meses atrás.
    
    Ana Sofía Menotti – sí, sus padres habían sido sumamente creativos al poner sus nombres –, era dos años menor y había comenzado a estudiar periodismo en la misma universidad que Ana ...