Mi primera experiencia real con una Ama - Relatos Eróticos

Mi primera experiencia real con una Ama

Han pasado ya años de aquello y aunque algunos detalles se me han borrado de la mente en esencia todavia recuerdo lo importante.

Yo tenía 20 o 22 años y había conocido por Internet el mundo de la dominación. Pero en mi ciudad digamos que era complicado conocer gente con ese mismo gusto.

Había un chat en una página web especializado en el tema, y eso es lo que me ayudo. Sin entrar en detalles y tras muchas conversaciones vacías encontré una Ama de mi zona.

Tras mucho hablar, aunque más bien ella preguntada y yo contestaba obedientemente, accedió a quedar conmigo.

Aunque yo vivía solo y le ofrecí quedar en mi casa prefirió que yo me desplazará a la suya. Supongo que por seguridad estaba en su terreno.

Me dio una dirección, y una hora.

Allí estaba yo, un rato antes, como siempre. Era un flan, temblaba de los nervios y de lo cachondo que estaba.

Cuando llegue a su portal la escribí como habíamos acordado y simplemente me puso el piso al que debía llamar al teléfonillo.

Subí en el ascensor y al fondo de un pasillo con varias puertas estaba la suya. Llamé tímidamente al timbre y espere. Fueron segundos hasta que se abrió la puerta, pero se me hicieron eternos.

No voy a entrar en detalles de como era ella físicamente ya que es totalmente irrelevante.

Nada más entrar en su casa cerro la puerta y en esa misma entrada con voz firme me ordenó desnudarme por completo.

Una vez desnudo me hizo ponerme a 4 patas, puso mi ropa y mis zapatillas en mi espalda y me ordenó seguirla hasta su habitación. ( cosa bastante difícil de hacer si no quieres que se caiga la ropa).

Ya en su habitación después de examinarme, tocarme la polla y los huevos, algún que otra bofetada y azotes me hizo ponerme de rodillas con las manos en la espalda.

Con algún tipo de lazo o pañuelo me ato las manos a la espalda, aunque no puse resistencia note que había hecho un buen nudo.

Después de eso me vendo los ojos, en ese momento podía pasar cualquier cosa. No me tapo la boca pero me dijo que no podía quejarme, que de ser así, tendría algún tipo de castigo.

Con bastante maña me ato los huevos y la polla con una tensión que hacía que no me bajará la ereccion pero a la vez cada vez que mi polla palpitaba me tiraba de los huevos produciendo un ligero dolor.

Después de unos minutos o quizás segundos, al estar con los ojos vendados pierdes la noción del tiempo, note pinchazos en mis pezones, estaba poniendo pinzas. Pude notar hasta 3 en cada pezon. No soy muy fan del dolor, pero no estaba dispuesto a hecharme a atrás.

Cuando se dio por satisfecha con mi pecho tocaron mis testículo, sorprendentemente al principio no dolía tanto como podía pensar.

Cuando ya se canso de ponerme pinzas y considero que estaba listo me acomodo boca arriba en lo que supongo que sería un colchón.

Sin decir nada se sentó en mi cara, yo sabía lo que tenía que hacer, me puse a lamer su coño lo mejor que pude. Se movía de tal manera que mi lengua llegaba desde su vagina ...