1. Isabella, despertar del placer sexual


    Fecha: 13/03/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: rikardo, Fuente: CuentoRelatos

    Sucedió hace como 10 años atrás, mi nombre es Isabella, hoy tengo 40 años, soy bajita por lo que siembre uso tacones para crecer unos centímetros, tengo buenas curvas según lo que me dicen los más cercanos o los piropos en la calle, casada desde los 20 años y dos hijos de este matrimonio.
    
    Mi vida de casada era monótona hasta que apareció en mi vida Aníbal, lo conocí en el transporte público, trabajábamos cerca así que nos topábamos las mañanas y él era fantástico, era muy culto y respetuoso, conversábamos de muchos temas y me reía, me hacía reír que era lo que más me faltaba, rápidamente se convirtió en parte importante de mi vida y rápidamente fue mi amante. Fue como renacer, como volver a vivir, nuevamente me sentí importante, me sentí deseada
    
    Comenzaron los encuentros clandestinos, primero inocentes, pero cada vez se fueron poniendo más intensos, nos acariciábamos, nos besamos, éramos como novios, hasta que quedamos de consumar nuestra unión de una manera intima, ambos nos deseábamos.
    
    Llego el día y cuando entramos al motel me llamo la atención que el portaba una mochila, la dejo sobre el velador. Pedimos unos tragos y como siempre conversamos mientras nos servíamos estos aperitivos, cuando terminamos la copa se levantó de su silla y se paró frente a mí, comenzando a acariciar mi pelo y mis mejillas, sus dedos se acercaron a mis labios y comenzó a acariciarlos por encima, hasta que su pulgar presiono y entro un poco en mi boca chocando con mis dientes mientras me miraba fijamente, de pronto me ordeno “chúpalo” eso me estremeció, fue como un golpe eléctrico en mi espalda y de inmediato apreté mi entrepierna, lo volvió a decir “chúpalo” y comencé a chupar su dedo, lo chupaba, lo apretaba con mi lengua, no paraba de mirarme fijamente a los ojos “chúpalo como si fuera mi tronco” eso me mato, me derritió, cerré los ojos y seguí chupando su dedo, con su otra mano tomo mi mano y la puso sobre su bulto, sentí un enorme pene erecto, comencé a apretárselo mientras chupaba su dedo, mi conchita estaba completamente empapada.
    
    Me tomo de la mano y me invito a levantarme, caminamos hacia el centro de la habitación, se puso detrás de mí y comenzó a desabrochar mi blusa, luego mi falta, finalmente saco toda mi ropa interior, me tenía completamente desnuda y excitada, de nuevo me tomo de la mano llevándome hasta la cama a la orilla del velador, ahí abrió su mochila y saco unas esposas, me las mostro y me puso solo en una mano, yo estaba nerviosa y asustada, no sabía hasta donde llegaría este juego, luego de su mochila saco un pañuelo y antes que pudiera decir algo vendo mis ojos, suavemente me inclino hacia atrás en la cama, recostándome, acto seguido sentí la esposa en la otra mano y levanto mis brazos enganchando al respaldo de la cama la cadena de las esposas. Ahí estaba yo totalmente desnuda y vulnerable con los ojos vendados y esposada a la cama,
    
    Encendió un incienso o algo así que perfumo la habitación a canela, de pronto comencé a sentir ...
«123»