1. Un baño de chocolate


    Fecha: 09/03/2024, Categorías: Fetichismo Autor: jose-sk, Fuente: SexoSinTabues30

    AVISO: Este relato tiene contenido de watersports y scat muy explícito.
    
    NOTA: Por si a alguien esto le da algún morbo adicional, la historia es completamente real, no contiene ninguna exageración, sólo los nombres y lugares son ficticios.
    
    Por fin era el día de volver a ver a Marta. La primera cita había sido una de las mejores experiencias sexuales de mi vida (ver el relato «Litros de placer», para más detalles), así que no me lo pensé dos veces cuando me propuso de volver a quedar para ser su W.C. de nuevo. Aunque factores externos estuvieron a punto de obligar a aplazarlo (esta vez fue culpa mía, que me torcí el tobillo, y no me recuperé hasta casi el día de la cita), al final por suerte pudimos quedar el día previsto.
    
    Al llegar el día, esta vez decidí aparcar el coche en el centro de Zaragoza, en lugar de en las afueras, para no tener tantos problemas con llegar a la hora. Ya había llegado tarde el otro día, y no podía convertir esto en una costumbre, ella se merecía un respeto, y más viendo como fue la primera cita. Ese día tenía mil preocupaciones externas, y mientras iba de camino, pensaba más en estas cosas que en la propia cita, lo que era una pena. Ella no se merecía que yo pensara en estas otras cosas, y que no estuviera centrado. Con lo bien que me trató ella la otra vez… No bastaba con entregarle mi cuerpo, para que saliera todo bien, tenía que entregarle mi alma, como hice la otra vez, ella se lo merecía. En cualquier caso, esta vez sí sabía con quién estaba quedando, y una cosa era segura: iba a ensuciarme, mucho; deseaba volver a sentir sus fluidos en mi piel, en mis labios, dentro de mi boca…
    
    Llegué puntual al sitio, ella todavía no había llegado. Mientras intentaba reconocerla entre la gente (con la mascarilla me costaba mucho reconocer las caras), llegó una chica delgadita, pequeñita, como a mí me gustan, con unos pantalones muy cortos y que dejaban poco a la imaginación. Llamaba mucho la atención, estaba muy buena, y por el corte de pelo podía ser Marta. Como no estaba seguro de si lo era, antes de tirarme encima de una desconocida y crearme una escena incómoda, le mandé un whattsapp. Enseguida mi corazón latió con fuerza al ver que se sacaba el móvil, efectivamente era ella, me acerqué… Bromeó con la dificultad que tuve en reconocerla, me sonrió y me dio dos besos.
    
    Pedimos las bebidas (ella se pidió un café), y esta vez sí nos sentamos. Al quitarse la mascarilla, me quedé mudo por un momento. Ya no recordaba que al natural era tan guapa… Igual que la primera vez, la conversación fluyó muy fácilmente. Apenas era la segunda cita, pero parecía que estaba hablando con una amiga de toda la vida. Me sentía muy cómodo con ella, en unos minutos había olvidado todas mis preocupaciones, mi mundo se reducía a ella y yo. De vez en cuando no podía evitar quedarme un momento embobado, mirando su cara, era tan bonita… Una vez se terminó el café pidió un té, seguimos hablando un rato más, y antes de irnos al hotel se pidió otro ...
«1234...8»