1. Tarde de estudio


    Fecha: 23/02/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vibración directa en mi clítoris.
    
    -Jo… joder nena. Sí… -pude decir entre gemidos.
    
    La vibración se repartía también por el dildo, proporcionándole más placer a Natalia. Llevó sus manos a mi cabeza y me besó apasionadamente. Bajó su boca a mi cuello y volvió a marcarme, parecía que no quería que olvidase aquella tarde. Volvió a poner las manos en mis hombros agarrándome fuerte.
    
    -No dejes de embestirme hasta que me corra. No pares.
    
    Aquellas palabras fueron como órdenes para mí por lo que retomé el movimiento de mi cadera arriba y abajo mientras me sincronizaba con su propio sube y baja. La humedad y el bote de sus nalgas en mi pubis se escuchaban en toda la habitación. Yo cada vez jadeaba más por el esfuerzo mientras que ella gemía sin control con cada embestida. Subió un nivel más la vibración y pude notar cómo se estremecía. Notaba su orgasmo aproximarse y comencé a hacer las embestidas más profundas, con golpes secos.
    
    -Dios, me corro, me corro. -dijo entre gritos de placer.
    
    -Córrete para mí, sí…
    
    Un gemido largo y sonoro salió de su boca y sus piernas empezaron a temblar. Se quedó sentada sobre mí, sin apenas moverse y su agarre en mis hombros se relajó. Yo la besé suavemente, disfrutando de aquel momento. Iba a salir de ella cuando me miró fijamente y negó con la cabeza. Me quedé extrañada pues ya había llegado al clímax.
    
    -Sigue, ahora. -pidió.
    
    Empezó a cabalgarme de nuevo y yo no podía creerme la situación, esta chica era insaciable. Le hice caso y seguí embistiéndola, dejándome llevar. Volvió a gemir, poniéndome más cachonda todavía. Pasaron pocos minutos cuando otro gemido más largo se escapó de ella y yo noté un líquido resbalar por mi pubis. Su respiración agitada y su mirada lasciva me provocaban más.
    
    -¿Eso ha sido…? -pregunté.
    
    -Un squirt, sí. Me pasa si continúo después del orgasmo, por eso te he pedido que siguieras. ¿Te ha… gustado?
    
    -Sí sí, dios, me has dejado empapada. -reí.
    
    Se levantó retirando el dildo de su vagina y levantó mis piernas para quitarme el arnés. Lo cogió y antes de guardarlo de nuevo quitó la bala vibradora. Me miró con cara divertida mientras yo permanecía en la cama tumbada hacia atrás y apoyada en mis brazos.
    
    -Bueno, pues ahora me toca a mí jugar contigo.
    
    Se acercó gateando por la cama, como toda una pantera. Sus curvas de marcaban y mis manos estaban deseando tocarla de nuevo. Se puso sobre mí y empezó a besar mi cuello para luego bajar a mis pechos. Tenía ya los pezones duros y aprovechó para mordisquearlos levemente. Se detuvo allí un rato pero yo quería más así que empujé un poco su cabeza hacia abajo. Levantó su mirada y se rio.
    
    -No no, déjame hacer. -dijo ella.
    
    Obedecí y ella siguió recreándose en mis pechos. Bajó después al abdomen jugueteando tanto con la lengua como con los dedos. Subía y bajaba dibujando una línea por mi abdomen que llegaba hasta mis pechos. Decidió apiadarse de mí y encendió la bala vibradora colocándola en mi hinchado clítoris. Gemí por ...
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