1. Laura busca su límite


    Fecha: 21/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ellos, donde Laura alcanzaba a oír el murmullo, pero ellos tenían a la vista lo que ella hacía.
    
    La mujer se separó de Laura y se acercó a la mesita. Laura sintió algo grande, duro y frío que presionaba la entrada de su mojada vagina. No acertaba a adivinar qué era. Parecía un consolador muy grande, pero su textura y frío la hacían dudar.
    
    La mujer que la estaba masturbando había preparado dos grandes pepinos bien fríos, uno más grueso que el otro. Aunque Laura estaba muy mojada y algo abierta por los dedos que la penetraban, no lograba aceptar en su interior ésta gran verga verde que trataba de penetrarla.
    
    La mujer comenzó a chupar y morder el clítoris de Laura y a meter y sacar rítmicamente el pepino haciendo más presión cada vez. La sensación de frío de esta verga hacía a Laura sentirse más y más deseosa y caliente. Poco a poco la mujer fue logrando abrirla lo suficiente y meterlo casi en su totalidad.
    
    Ahora tomó el segundo pepino con la mano izquierda mientras que tres dedos de la derecha los introducía, mojados de saliva, en el culo de Laura.
    
    Era una sensación deliciosa para Laura. Físicamente estaba totalmente entregada y mentalmente ella deseaba más, pues sabía que le estaba preparando el culo para algo más.
    
    Al sentir la mujer el culo de Laura suficientemente abierto retiró los dedos y comenzó a meterle el segundo pepino, que era más grueso que el primero.
    
    Con gran habilidad la mujer comenzó a chuparle el clítoris y a hacerle presión en el ano y a meter y sacar la gran verga de la vagina.
    
    Al fin entre quejidos de dolor y de placer Laura comenzó a comerse la gran verga por su orificio trasero.
    
    Esta noche Laura había vividos las más intensas y desconocidas sensaciones de su vida. Placer y dolor extremos que nunca imaginó que pudieran llegar a excitarla a estos niveles.
    
    Le habían sabido aplicar las dosis suficientes de dolor al punto de casi lograr quebrantar su voluntad y hacerla llegar a los límites, pero de pronto todo cambiaba y le daban a su cuerpo el placer más inimaginable que ella jamás pensó que podía existir.
    
    Justamente se encontraba en un momento de quebranto de voluntad, cuando escuchó a los hombres acercarse hacia ella.
    
    Le ordenaron nuevamente que tenía que mamarle a todos sus ya limpias, descansadas y bien paradas herramientas, pero ahora contaba con las manos y la boca, y para sorpresa de Laura, tenía que adivinar cuál era la de Luis, su marido, que todo el tiempo había estado ahí y era uno de sus cuatro verdugos.
    
    Así fue como sucedió, todo había sido planeado por Luis. Él deseaba satisfacer todas las locuras y fantasías que Laura tenía, que él había creado en la mente y el cuerpo de ella.
    
    Pues así, ahora ella tenía que reconocer el gran instrumento de su marido, de lo contrario, recibiría 30 cuerazos con un cinturón.
    
    Mientras ella mamaba y se esforzaba con boca y manos por reconocer a su marido, los demás hombres mordían y jalaban sus pezones y su clítoris, sacaron los pepinos que ya ...