1. SUKIYAKI


    Fecha: 04/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Hetero Autor: Madresex, Fuente: SexoSinTabues30

    Hoy os traigo mi primer relato, en el que os contaré una de las múltiples aventuras que tuve con Sukiyaki, una compañera de la universidad de Tokio que disfrutaba de la sumisión y la humillación.
    
    Esta historia que traigo hoy sucedió un viernes por la noche cuando noté que se dirigía a la biblioteca de la universidad. Le seguí adentro sin alertarle de mi presencia. La biblioteca estaba prácticamente desierta, como era de esperar la noche de fin de semana. Le seguí a distancia mientras se dirigía hacia las grandes estanterías de la parte trasera. Cuando parecía que había llegado al pasillo que estaba buscando me dirigí hacia el yo también, comprobando si había más gente en aquella solitaria biblioteca. No había nadie.
    
    Sukiyaki estaba de espaldas a mí cuando entre en su pasillo recuerdo era la sección 7. Estaba vestida simplemente con un vestido de verano blanco con flores de Sakura (cereza para los que son latinos) y un calzado deportivo. Estaba absorta en la lectura de uno de los libros.
    
    Me apoyé contra una estantería y esperé a que ella sintiera mi presencia. No pasó mucho tiempo antes de que levantara la cara del libro y se girara lentamente hacia donde yo estaba esperando. Cuando me vio no aparentó estar sorprendida, simplemente cerró el libro que había estado mirando y lo devolvió a su lugar. Luego se agachó y abrió el bolso que estaba a sus pies. Se sacó las gafas y se las puso, luego se quedó mirándome, sin sonreír ni hablar. Esperando.
    
    Extendí la mano con la palma hacia arriba e hice un movimiento de elevación con los dedos. Miró a su alrededor rápidamente para asegurarse de que no había nadie cerca, luego se agachó, agarró el dobladillo de su vestido con ambas manos y lo levantó lentamente hasta que se empezaron a ver sus bragas, luego su estómago y finalmente su sujetador quedó al descubierto. Su ropa interior era blanca, con un patrón de pequeños detalles rojos, como si fuera ropa de niña de primaria, era de algodón suave. Continuó simplemente mirándome y esperando, obediente como siempre había sido.
    
    Después de un rato volví a extender la mano. Esta vez moví dos dedos hacia mí. Al principio, pensó que tenía la intención de que se acercara y comenzó a caminar hacia mí, pero levanté la palma de la mano, negué con la cabeza y ella se detuvo. Extendí la mano y tiré suavemente de la tela de su vestido. Se soltó el vestido y dejó que cayera al suelo. Tras esto se agacho y me lo entregó.
    
    Con el vestido en la mano me di la vuelta y empecé a alejarme. Se quedó sin aliento cuando vio que me iba, aparentemente pensando que la dejaría tirada en la biblioteca sin nada más que su sujetador y sus bragas. Pero ella no dijo nada. Para confirmar su impresión, regresé un par de pasillos hacia la entrada, me metí en uno y escondí su vestido en un estante vacío. Luego me acerque de nuevo por el otro lado para ver qué estaba haciendo.
    
    Simplemente estaba parada allí, con los brazos relajados, esperando. Pero tenía una expresión ansiosa en ...
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