Como me convertí en un cornudo II - Relatos Eróticos

Como me convertí en un cornudo II

Meses después, aproximadamente como 2 meses, cuando él y yo teníamos 7 meses de haber comenzado la relación, él se quedó en mi casa. Y ocurrió lo mismo de la vez pasada. Nos dormimos y me desperté a las 3 de la mañana y fui al baño a revisar el celular, quería saber y confirmar si todo estaba bien y si sólo esos videos los tenía guardados y no los había visto. Aproveché en esta ocasión a revisar con mayor profundidad. Y me di cuenta de varias cosas más, como por ejemplo: que en Fb, en la barra de buscador estaba el nombre de Raúl, pero creo que este lo había bloqueado por que no le aparecía nada. Encontré además un chat en instagram de ellos 2, donde ellos habían continuado hablando, aunque en realidad las conversaciones eran muy meh, su último mensaje había sido cuando Iván y yo nos estábamos escribiendo por medio FB. Volví a entrar al chat de Juan en whats’App para descubrir un poco más y encontré que antes de andar conmigo, ellos 2 se enviaban muchas nudes de diferentes chavos calificando las vergas o cuerpos de esos hombres. Si alguien la tenía muy grande, cabezona, larga, pequeña y dentro de ese mismo chat, hablaban de sus exparejas de ambos, de cómo eran el sexo y si eran buenos, malos o regulares. Y encontré que los mejores comentarios que dio Iván fueron de Raúl.

– La verdad es que el que mejor me ha cogido ha sido Raúl. No sé, pero aunque su verga no era muy grande ni muy gruesa, tenía unos huevotes muy ricos y grandes. Ya sabes que a mí me encanta que los huevos los tengan grandes.

-Que zorrita. ¿Tan rico cogía?

– Chi. Es que no sé, pero con él podía intentar diferentes posiciones y siempre me hacia querer desear más, tocaba ese punto que hacía que me volviera loco. Y me encantaba cuando me trataba como su putita. Que aunque no me gusta normalmente, con él era diferente. Me hacía desear ser en realidad por siempre su putita.

-Amiga! Ya sabía que eras zorrita pero no tanto, pero sí. Conmigo nunca me dejaste que te dijera alguna mala palabra, siempre ponías restricciones. Bueno, además sabes que tampoco me gusta el sexo así.

-Es que a mi tampoco, pero te digo que con él era diferente. De hecho extraño cuando le hacía sexo oral y me cogía la boca. Era tan rico. Pero bueno, al final tengo que pensar en mi y sé que él no es bueno para mí.

-Es que aunque coja rico, no te vas a andar sobajando a su nivel, pero si por alguna cosa él te dijese ¿que se vieran solamente para tener sexo una vez y no se vuelven a ver, ¿lo verías?

-Ay no sé, es que son muchas cosas que pensar, pero si sólo fuera así el caso de solo tener sexo una vez y ya, dejarnos de ver y que él no se vuelva a meter a mi vida. Sin dudar le diría que sí.

Tenía ganas de vomitar cuando acabé de leer eso, pero no porque me diera asco, sino que en verdad había muchos sentimientos involucrados. Me sentía muy muy raro; estaba excitado, celoso, enojado, decepcionado, pero el sentimiento que más fuerte estaba presente, fue el de la excitación. Seguí buscando si yo ...