1. Gordo y sucio


    Fecha: 07/01/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: rafacal, Fuente: CuentoRelatos

    Lexi sintió sus manos manoseándole las nalgas con brusquedad; la apretaba fuertemente y sabía que como siempre, le causaría hematomas, pues su blanca y delicada piel era sensible a esta clase de tratamientos. Sentía el roce cerca de su cavidad favorita y sabía que Jimmy la estaba lubricando, preparándola para lo que venía. Era un rutinario ritual, al que estaba acostumbrada. Sabía que debía guardar silencio, pues de otra forma, sería reprimida.
    
    Minutos antes, sintió que alguien más había entrado a la pequeña habitación, pues detectó leves pasos cerca de ella; no hizo intento alguno de quejarse, pues sabía que, al jurar obediencia completa a Jimmy, él y su invitado tenían libertad de obrar a su antojo. Conocía bien a Jimmy, pues era su amo y se veían con frecuencia hace ya más de un año, pero el otro hombre era una incógnita; además, la negra pañoleta de seda atada sobre sus ojos y la apretada correa de cuero alrededor de su cuello, le recordaban su calidad de esclava. La venda le impedía ver algo del aspecto del segundo hombre, lo que era parte del extraño ritual, pues así fuera él, repulsivo, no hubiera podido protestar.
    
    Ahora ella sentía aquellas cuatro manos deslizándose por su desnudo cuerpo, a veces suavemente, otras con rudeza, haciendo paseos indebidos y tomando aventuras hacia áreas prohibidas, proporcionándole atrevidas caricias, a las que se sometía sin reparo; ella gozaba el intenso momento.
    
    Lexi sintió que la halaban del cabello bruscamente hacia atrás. Aunque trató de estabilizarse con sus manos y brazos, aterrizó sentada y con fuerza sobre el varonil cuerpo, su espalda contra el musculoso pecho, pudiendo detectar por su olor la proximidad de Jimmy. Su mente se había subyugado a él hacía un tiempo y por lo tanto no había en ella ninguna intención de rechazo. Jimmy era su dueño.
    
    Esta posición era bien conocida por ella, pues así era siempre el principio. Él, con su conocida brusquedad, empezó la lenta invasión, a la que, aunque algo dolorosa, Lexi respondió gustosa, pues siempre tomaban ese camino. Cuando se conocieron, él la obligó a la fuerza a hacerlo así siempre, pero no tuvo que luchar mucho, pues después de unas pocas veces, ella, muy dócilmente se acostumbró, es más, le encantó, hasta el punto de que, con frecuencia, ella era quien tomaba la iniciativa y se lo demandaba.
    
    −Soy Víctor −oyó Lexi− Dame placer!
    
    Al mover sus manos hacia adelante, se encontró con unas caderas masculinas a la altura de su cara. Conceptuó que el sujeto, haciendo alardes de malabarista, se había encaramado en algo, para acceder a la altura de su rostro. Su imposibilidad de ver, la obligaron a imaginárselo gordo y sucio, pero rápidamente desterró esos pensamientos, pues era consciente de que tenía un compromiso con Jimmy.
    
    Sintió en su labio inferior la proximidad de un miembro masculino y con su mano derecha, constató que era de gran tamaño. Sabía exactamente qué se esperaba de ella. Lentamente abrió su boca, invitando al extraño a ...
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