Silvia y Rafael - Relatos Eróticos

Silvia y Rafael

Hola a todos.

Hoy voy a contaros la historia de una pervertida parejita, ellos querían introducirse en el sexo compartido y descubrieron el sexo duro y compartido, la dominación y la entrega. Pero....empecemos describiendo los personajes.

El protagonista masculino es Rafael, un muchacho cercano a los treinta, musculoso y bien parecido. Su sueño desde novios era ver a su chica con otra persona, hombre o mujer.

La esposa es Silvia, una muñequita, bastante más joven ella rondará los veinticinco, un cuerpo bien torneado, unas buenas tetas y un culo que quita el hipo

Su vida sexual siempre fue buena, tenían buen sexo y muy frecuente. Ambos quedaron satisfechos. Pero Rafael quería algo más, necesitaba algo más. A él le apetecía mucho incluir una tercera persona en el juego, dado que su vida sexual poco a poco caía en una monótona rutina. Mariela, a la que ya le había comentado esto en alguna ocasión, siempre era reacia a ello. Cuando hacían el amor y le metía sus dedos en la boca diciéndole.

Chúpasela amor, cómele toda la polla

Ella entraba en el juego y se ponía bien caliente, poco a poco los dedos dieron paso a un consolador y Mariela se volvía loca con las dobles penetraciones, pero no accedía a meter otra persona en el juego.

Una noche le propuso grabarse, cosa que Silvia al principio rechazó, pero luego terminó aceptando.

Le dijo que le taparía los ojos y que le ataría al cabecero de la cama. Ella no puso reparo, le gustaban esos juegos.

Al finalizar extasiados sobre la cama le pidió que le contara sus sensaciones.

Hummmmm Rafaelito ha sido bestial. Cuando te pusiste sobre mí y empezaste a comerme los pezones, al principio algo brusco, pero luego hummmmm qué sensación, qué rico me los has comido, no parecías ni tu. Como has ido bajando por mi cuerpo hasta excitarme completamente. Quería soltarme para agarrar tu cabeza y meterla entre mis piernas. Cuándo alcanzaste mi clítoris, me corrí, me corrí como nunca soltando toda mi excitación. Ese masaje con el vibrador en mi culito, me volvió loca. Cuando chupaste mi clítoris, fue como que me sorbieses a mí misma y notar como ese falo entraba hasta el fondo de mi culito casi me provocó un segundo orgasmo, que no tardó en llegar cuando la punta de tu lengua titilo mi clítoris. Ahí me volví loca de placer y te pedí que me follases y vaya si lo hiciste, qué bravura, como me llegaba tu polla hasta lo más hondo y como me quemo tu corrida, provocando la mía.

¿Te gustó entonces?

Rafael se frotaba las manos, cuando viese el vídeo se sorprendería y esto igual le hacía recapacitar y aceptar otras futuras idea.

Rafael se levantó por la cámara y la conectó a la televisión. La puso en marcha. Se veía como empezaba a chupar los pechos de Silvia y como esta se relamía. Rafael se levantó, se acercó a la puerta y al abrirla dejó entrar a una impresionante rubia de pelo corto que tomó su lugar.

Eres un cabrón- dijo Silvia

La rubia chupaba los pechos de Silvia deleitándose en ...