1. Dulce espera con mi Lyon.


    Fecha: 28/08/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... hasta juntar mis duros pezones.
    
    Me subí a la cama y acomodé mis cojines, quería que él me follara un largo rato, que me hiciera gozar como solo él y su pija saben hacerlo, necesitaba se poseída por mi amo y señor, necesito que se corra dentro de mí, es menester que me dé su lechita caliente, mi cuerpo reclama su néctar, mi conchita atiende ser rebosada de ese zumo ardiente de mi Lyon.
    
    Él entiende que estoy lista, danza detrás de mí, me huele, me lame, hasta que salta en grupa a mí, con tres embates incrusta su daga en mi vagina, su bola me hace gritar tres o cuatro veces porque entra y sale, el boquete de mi concha se ensancha y se contrae, su bola se traba dentro de mí y comienza a crecer, su pene también, cómo un ofidio se desliza en mi canal vaginal hasta las puertas de mi útero, mi ovulo está a la expectativa, mi Lyon comienza su frenético bombeo, prepara sus semillas.
    
    Me corro, agarro sus patitas y me corro una y otra vez ― ¡aaahhh! mi dios … me vas a matar amado mío … cógeme más fuerte … ¡ooohhh! … ¡ssiii! … que hermoso … que rico …― me hace gritar sin pausa, estoy gruñendo como una perrita, mis chillidos son como agudos ladridos ― dame tú lechita amor mío … cógeme … ¡ooohhh! … lléname de ti, dame todo de ti― no podía parar de gritar sintiendo mi concha contraerse una y otra vez recibiendo esos borbotones quemantes, esos millones y millones de espermatozoos nadando hacía mi ovulo, mis músculos vaginales exprimían ese néctar fecundador, mi culo se hacía más hacía atrás y se refregaba en sus bolas para vaciarlas por completo dentro de mí famélica y fértil concha.
    
    Me levanté un poco y agarré mis tetas, quería estimular mis pezones para que dieran leche, quería hacer salir calostro para amamantar, quería sentirme madre, me ilusionaba de engendrar seres que asemejasen a mi guapo y gallardo macho, perritos de colas esplendorosas, perritos color amarillo oro, perritos de pelaje resplandeciente, estaba reflexionando mientras olas espasmódicas recorrían mis centros nerviosos y me procuraban temblorcillos y convulsiones.
    
    Me quedé como en un sueño, me veía a mí misma en cama con una panza enorme, dentro de mi vientre había vida, mi esplendoroso macho bailaba alrededor de mi lecho, sentía el sonido de sus patitas que daban cortos pasitos, como padre impaciente, sabiendo que su perrita humana se aprontaba a dar a luz, llegaba un equipo médico de la veterinaria y me llevaban en una ambulancia canina, el veterinario me esperaba, aun cuando vestía mascarilla y guantes, lo reconocía, era el veterinario de mi Lyon que me decía que debía estar calma y todo saldría bien, me llevaron a una especie de mesita de acero inoxidable y me hicieron abrir las piernas, yo sentía como se movían en mi vientre y sentía como las aguas se rompían y comenzaban a salir de mi matriz unos cachorritos de color beige empapados en líquido amniótico, primero uno con sus ojitos cerrados y su adorable hociquito, luego otro similar después tres más, yo me los llevaba a ...
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