1. Haciendo amigas nuevas


    Fecha: 29/10/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Edu y Pam, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedos mojados de tus jugos entre tus labios e instintivamente los separabas para chuparlos y lamerlos a todo lo largo, saboreando tus jugos producto de tu excitación, para luego tomar su mano con la tuya y simular un poco como si se tratara de mamar un rico pene con tu boca y lengua. Era súper excitante verlas en plena entrega.
    
    Ya ensalivada su mano, ella la regresaba a tu entrepierna y volvía a hurgar en ti, ahora buscando adentrarse más. Le abriste tu compás para dejarte hacer lo que ella quisiera y pasó de acariciar tu clítoris y la entrada de tu vagina a tocar tu ano, presionando ligeramente sus dedos en ese anillo cerrado. Tú suspirabas con cada caricia de ella. Recogía algo de tus líquidos y los llevaba a tu vagina y culito. Frotando con la yema de sus dedos en toda tu entrepierna. Tu expresión era de gozo y disfrute total. Ocasionalmente te besaba el cuello, tus senos, tus mejillas y en eso le buscabas la boca para enredarte intensamente en sus labios, mientras seguías siendo cogida por sus caricias en tu cuerpo.
    
    Sin decirte nada, sus dedos se fueron abriendo paso hacia tu vagina y con mucha habilidad, te ensartó con dos de ellos hasta sus nudillos. Al momento de sentirte invadida, exclamaste un suspiro entre de alivio y deseo y cerraste los ojos, para intensificar las sensaciones. Te empezaba a coger con sus dedos y eso provocaba una catarata de sensaciones en tu cuerpo. Arqueaste tu cuerpo para sentir más su penetración, frotando tu clítoris contra la palma de la mano con que te cogía, te empujabas y en tu boca, abrías tus labios en plena expresión de deseo y lujuria. Poco a poco, su mano fue intensificando sus movimientos y en un momento te alcanzó a meter un tercer dedo, que recibiste con un gemido de mayor intensidad y pasión, mordiendo tu labio superior en muestra de tu excitación.
    
    Ella se incorporó un poco, sin soltar tu cuerpo y permitió que descansaras tu espalda en el sillón donde estaba sucediendo todo. Empezó entonces a meter sus dedos más profundamente y con el pulgar a rozar la zona de tu clítoris en cada movimiento. Tú levantabas la cadera para darle más espacio de maniobra y ella aprovechaba para intensificar sus caricias en tu cuerpo. Con su otra mano tocaba tus senos, apretaba tus pezones, te acariciaba la cintura. Tus manos se sujetaban a las sabanas fuertemente, para apoyarte y poder intensificar tus sensaciones, entregando tu vagina a sus caricias, mojándola con frecuencia y apretando tus ojos, mientras tu cuerpo denotaba la creciente e intensa excitación que te estaba haciendo sentir esta amante ocasional.
    
    Tus senos parecían explotar rico y los pezones coronaban esa vista muy sensual. Momentos después, sus caricias te hacían llegar a un nuevo clímax, la fuerte cogida con sus dedos te provocaba un nuevo orgasmo intenso y vibrante, que se expresaba otra vez mojándola y haciéndote estremecer rico, ya un poco fuera de control y quedando momentáneamente extenuada en el sillón.
    
    Se acostó a tu lado y llevó su ...
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