1. Una enseñanza de la pasión


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me fueron asignados 3 grupos de 20 alumnos entre chicos y chicas de entre 16 y 17 años, todos muy alegres, y entusiasmados por pasar para cursar su siguiente semestre, pero este viernes, al término de una de las clases, al recorrer mi camino del escritorio a la puerta, me encontré una hoja de papel olvidada en una de las bancas.
    
    La curiosidad me embargó, y me acerqué para levantarla y leerla, a simple vista, parecía una carta de amor cualquiera, pero al leer con más atención, me quedé de piedra. Describía con precisión el vestuario que llevaba, incluso, la ropa interior que ese día me había puesto, y cada uno de los movimientos que había hecho, ¡era un texto erótico dedicado a mí!.
    
    No me espanto ni nada, pero detallaba demasiado bien movimientos, gestos, incluso el perfume que uso, y sin que enseñara más allá, mi ropa interior, lo más increíble, es que era una escritura delicada y sin faltas, como de una chica, quise hacer memoria para recordar quien se sentaba en ese lugar, pero al ser tan pocos en un salón en donde caben hasta cincuenta alumnos, se cambiaban de lugar frecuentemente, así que podía ser cualquiera de ell@s.
    
    ¿Y saben qué?, el anónimo me gustó, y sea quien sea quien lo halla escrito, se nota que le excito lo suficiente como para escribir de esa forma, y por eso, aquí les presento la pequeña declaración, que claro, como han de imaginarse, me la traje a casa, y la pegué en las puertas de mi armario.
    
    Una enseñanza de la pasión.
    
    El día de clases inicia con tu llegada a ese salón, los tacones suenan como aviso de tu llegada, la forma de caminar me cautiva cuando atraviesas la puerta y tu silueta refleja tu sombra en la pared, llevas una hermosa mini falda negra que se adhiere a la perfección a ese hermoso par de piernas, una blusa de color azul completa tu atuendo, miro fijamente y puedo apreciar la hermosa forma de tus senos, tus labios, llenos de una sensualidad con ese labial que combina con tu vestimenta, lucen tan apetitosos para mi, deseo sentir el sabor de tu saliva confundirse con la mía, oler el perfume que usas de tu cuello e impregnarme de ese aroma que me transporte a otro lugar donde pueda apreciar la maravilla de ese suculento cuerpo que posees y que cada vez que entras a clases me llena de una alegría que va mas allá de asistir a la escuela.
    
    Colocas tu portafolio en tu mesa y nos observas con sumo cuidado, cuando llegas hacia mi quiero que sientas mi mirada, que veas a través de ella el deseo que nace dentro de mí por ser algo más que solo un admirador de tu belleza, te invito a que tus ojos sientan con esa luz invisible que producen las emociones que bañan mi cuerpo, te digo en silencio que te quiero abrazar y que sientas el calor de mi pecho, que sientas el aliento sobre tu rostro como una señal de calma a tu día atareado, pero no logro que te enfoques en mis ojos y nuevamente la tristeza me abate como un caballero que no ha podido sostener su lanza hasta el final de una dura batalla.
    
    Comienzas la ...
«123»