Un macho me hace su putita en mi cumpleaños - Relatos Eróticos

Un macho me hace su putita en mi cumpleaños

... de 16 ricos centímetros que añoraba ya por tener en mi posesión, se le miraba bastante bien, rasurada ,sin un solo pelito, se tomó la delicadeza de afeitarse hasta los huevos, así que inmediatamente me acerque a él y sin decir nada la tomé entre mis manos, ya estaba dura, babeando por mí, parecía que me hablaba invitándome a devorarla entera de una sola vez, la mire tiernamente pues ya hacía casi un año que no tenía una polla diferente que la que tengo en casa, saqué mi lengua y comencé a limpiarle los jugos que ya salían de él, Jacob comenzó a gemir, me excita en demasía, el escuchar gemir a un hombre me pone a mil, mi vagina ya emanaba un calor inmenso, abrí más mi boca, mire a Jacob a los ojos y me la comencé a meter centímetro a centímetro hasta topar con mi garganta, ¡¡uff que delicia!! Jacob bufó del placer, inmediatamente su lenguaje me atacó, cosa que me encendía más y má:

JA: ¡¡Ooooh!! qué puta eres ¡¡oohhh!! chupamela perra chupamela ¡¡¡oooh!! que rico lo haces, se nota que eres una putita calienta pollas que sabe como sacarle la leche ,vega putita chupa chupa ¡¡oohh!!...

Sus ofensas me prendieron más, por lo que comencé a chuparselo como loca, babendole toda hasta los huevos, mi saliva escurría su hombría y él no dejaba de gemir, de un momento a otro me tomó del cabello y me levanto sacándome su polla de un jalón, aún me escurría saliva por la barbilla y mis labios por lo que él de inmediato comenzó a lamerme para después fundirnos nuevamente en un rico beso, de un tirón rompió la lencería dejándome libres los senos y mi vagina, ese domino me prendió más, una vez esto me empujo a la cama abrí mis piernas él se quedó mirando mi vagina la cual se encontraba super húmeda, parecía un felino al acecho y cazador dispuesto a matar a metidas a su presa, Jacob subío me abrío más las piernas, se colocó entre ellas, tomó su polla he comenzó a deslizarla de arriba hacia abajo, pasandola por mi clítoris y mis labios, comencé a gemir, el calor me recorrió por todo el cuerpo, así que con mis piernas le abracé la cadera y empecé a empujarlo contra mi para que de una maldita vez me clavara la hombría que tanto deseaba desesperadamente, él me sonrió, me tomó del cuello y comenzó ahorcarme, su mano cubría perfectamente mi cuello, hasta que de una forma bastante brusca me clavo su polla, ¡ufff! sentí riquísimo; Jacob comenzó a bombearme duro, podía sentir como su dura pelvis se impacta contra la mía, era abrumador (realmente ser follada por un hombre de Gym es una de las más ricas sensaciones que he podido sentir por lo duro que te dan) de a poco se me iba la respiración pues Jacob me apretaba el cuello con bastante energía, por momentos sentía que lo hacía con furia, mis gemidos ahogados de momento se escuchaban por todo el motel, estoy segura, la cama de a poco podía escuchar como golpeaba la pared por la potencia de mi macho, un verdadero hombre, lo que mi vagina necesitaba, de pronto, Jacob me la saco aún no daba crédito a las poderosas ...