Su primera relación, mi hijo PABLO, la tuvo conmig - Relatos Eróticos

Su primera relación, mi hijo PABLO, la tuvo conmig

Soy casada, tengo 37 años, buen físico. Tengo un un hijo de 16 años PABLO, es hijo único. Mi esposo viaja frecuentemente, ya que es visitador médico. Ese viernes PABLO, concurrió con sus amigos a un pub. Cuando regresó a eso de las tres de la mañana, lo hizo en total estado de ebriedad. Lo llevé a su habitación, lo desvestí, dejándole su micro calzoncillo como única ropa. El tocaba sus genitales y pude ver un inmenso bulto debajo de su ropa interior, quite la misma y al aire duro, largo y grueso quedó su inmenso pene, lo tomé suavemente y comencé e chupársela, noté que me estaba mojando e incluso un intenso orgasmo se apoderó de mí y mis jugos traspasaron mi ropa interior. Estaba perdida, me desnudé y seguí haciendo gozar a mi hijo con mi lengua, noté que mi hijo no había tenido relaciones, aún tenía la menbrana pegada al glande. Decidí desvirgarlo, pero si bien mi vagina es algo estrecha, no alcanzaría, así que decidí entregarle mi culito vírgen a su hermosa y también vírgen verga. Subí arriba de mi hijo, comence a lubricar mi ano con su leche, traté de dilatarlo, primero con mi dedo y luego con la punta de su pene, pero sentía mucho dolor, seguí jugueteando con el pene en la entrada de mi culito y en un determinado momento me entró la cabeza y el dolor fue enorme, quise bajarme, fueentonces que PABLO, me tomó por la cintura, colocó su pene en mi cola, le pedí que me la metiera en la vagina, medijo que no, vos lo buscaste, desvirguemosnos los dos - me dijo PABLO- tomó un envió y su verga comenzó a abrirse paso, sentí que mi cola se rajaba, gritamos los dos, su pene también se había fisurado, era una mezcla de placer y dolor, mi hijo tomó mi posición y terminó de desvirgarme toda la cola, con unas penetraciones profundas, que arrancaron mi llanto, a él no le importaba, acabó dentro mío, cuando me la sacó chorros de leche y sangre salían de mi cola, me hizo poner de rodillas y enterró su verga ensangrentada en mi boca, le pedí que no continuáramos, no me hizo caso, al ponerse erecto su pene, nuevamente sentí desgarrarse mi cola. Pensar que no entregué mi cola a su padre por temor a los 17 cm, ahora mi hijo me enterraba 23 cm. Lo desvirgué, pero pagué muy caro, me hizo suya hasta las 10 de la mañana, nos quedamos dormidos, él dentro mío, en una alfombra de leche y sangre.