1. BELLEZA EXOTICA


    Fecha: 19/09/2023, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... poseyendo, mi pubis y huevos estaban impregnados de flujos.
    
    Lentamente fue elevándose hasta dejar salir el miembro cimbreante, bajó su mano y de un tirón arrancó el condón; se dejó caer nuevamente y mi miembro desapareció dentro de su sexo. Empezamos a copular de una manera fantástica, mamaba sus pezones mientras ella cabalgaba sobre mi pene, sus gemidos amentaron y supe que iba a derramarse; tensé mi cuerpo sintiendo como el esperma salía expulsado de mi miembro inundando su interior y otra vez quedamos relajados. Nuevamente convirtió su cuerpo en un ovillo buscando mi abrazo. El olor a sexo se sentía en el ambiente. Miré su rostro, sus ojos me miraron con agradecimiento, con amor; bajó su mano y empezó a acariciarme el pene mientras buscaba mi boca para introducirme su lengua; sentí un estímulo en mi cerebro que viajó rápidamente a mi miembro haciendo que se levantara nuevamente. Le indiqué que se hincara en la cama apoyando su torso en las manos, me coloqué tras sus redondas nalgas y dirigí mi miembro a la entrada de su mojada concha, jugué un poco frotándole la hinchada cabeza en los empapados bordes de su sexo, Mariana movía su trasero buscando ansiosamente la penetración, de pronto se impulsó hacia atrás ensartándose el pene de un envión, empezó a menear su trasero de una manera sensual, increíble; yo estaba tras su cuerpo, firme, soportando los impulsos de aquel hermoso culo que chocaba contra mi pubis; me excitaba la visión de ese trasero, de esos muslos por los que corrían los flujos emanados del coito, la vi desmadejarse sobre su torso y sentí su orgasmo al notar las contracciones de su vagina, provocándome una nueva eyaculación.
    
    Mariana me transformaba, me llenaba de energías, me hacía responder al sexo. Toda ella me excitaba, su olor natural, su piel bronceada, su candidez, su inocencia, su feminidad. Más ahora que estaba con las nalgas al aire, brillantes de sudor y flujos, comencé a acariciarlas mientras mi miembro mantenía aun su rigidez. Tomé el tubo de crema anestésica me unte en los dedos y le introduje un dedo en el ano; ella no protestó; coloqué la hinchada cabeza en la apretada entrada y empecé a presionar para que entrara. Ella se mantenía firme, aguantando; poco a poco la punta iba invadiendo el apretado anillo, de pronto, el glande rebasó su esfínter y el pene penetró hasta la mitad, sacándole un gemido de sorpresa.
    
    El anestésico hizo su trabajo, comencé a bombearla suavemente hasta notar que ella aumentaba el meneo de su trasero buscando que la penetración fuese más intensa; bajé mi mano hasta su empapada concha encontrando el abultado clítoris que empecé a masajear mientras mi pene entraba y salía del ya dilatado y lubricado orificio. Mariana con la boca abierta, jadeaba gozando la penetración que le estaba proporcionando, le sobrevino un orgasmo increíble, sentí que su cuerpo se estremecía y a cada espasmo que le acometía, enviaba múltiples convulsiones a su esfínter que apretaba rítmicamente mi pene, esta ...
«1...3456»