1. Hector


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Cuando conocí a Hector (C Iniesta), en primer semestre, me atrajo como ningún otro alumno.
    
    Al paso del tiempo fue poniéndose mas guapo, especialmente porque pracyica danza, lo que hizo que se le resaltaran mas las nalgas.
    
    Al llegar a sexto semestre, apenas paso su cumpleaños 18, prepare un plan para hacerlo mio, pues ya para entonces sus insinuaciones me garantizaban que yo también le atraia.
    
    El pretexto ideal fue que vendía dulces en sus ratos libres, pero también durante clases, por lo que lo castigue obligandolo a quedarse a servicio social toda una semana.
    
    Al tercer día, al coincidir que todos mis compañeros se habían ido puntualmente a la hora de la salida, aproveche para decirle que iba al baño a cambiarme de ropa, inventando que tenía un compromiso y no me daria tiempo de cambiarme en casa.
    
    Me dirigi al baño y estaba terminando de desnudarme cuando tocó la puerta, diciéndome que necesitaba entrar al baño. Le dije que pasara y yo me metí al cubículo, quedandose él en el migitorio. Al oir su potente chorro de orina no pude evitar asomarme por una rendija de la puerta, y cual fue mi sorpresa al descubrir que tenia una verga descomunal y muy gruesa, sin hablar de lo linda, limpia y circuncidada. No aguante y abri la puerta diciéndole si no necesitaba una buena mano que le sacudiera bien semejante tronco, pero me quede boquiabierto al ver que tenía abajo pantalon y calzones y se dejaba ver su mas tremendo trasero, pidiendo a gritos ser penetrado.
    
    Me acerque por detras, untando saliva en su culo con mis dedos, asi como en mi pito, y comence a empujarselo dentro hasta topar mis huevos en sus nalgas. Mientras esperaba a que se acostumbrara a mi herramienta, aproveche para madturbarlo y besar y lengüetear su cuello y cara, a lo que él gemía cada vez mas. Empece un mete y saca constante de mi verga en su culo, besandonos cada vez con mas intensidad, hasta que se vino por tanto placer en su culo.
    
    Lo recosté en el piso y levanté sus piernas en mis hombros, metiendo mi pito en su culo hasta que nuevamente se vino arrojando sus mecos en su pecho. No podía creer cuanto eyaculaba ese hermoso muchacho, pero lo que mas me excito fue que me dijo que era virgen y yo era su primer hombre.
    
    Lo levante con besos y caricias y lo hice sentarse encima de mi tronco, de frente a mi, mientras nos besabamos y lo masturbaba, pero ahora fui yo quien no aguanto mas m me vine abundantemente dentro de el, terminando él en mi vientre con grandes espasmos.
    
    Seguimos besandonos y acariciandonos hasta que escuchamos la última llamada de salida. Nos vestimos y salimos del baño, solo para darnos cuenta que Eguiluz (el papacito de Santiago) estaba esperandome fuera de mi oficina y había escuchado absolutamente todo nuestro show.
    
    Pero esa es otra historia... 
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