1. Querido Guille


    Fecha: 18/08/2019, Categorías: Sexo Virtual Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... huequito, y que luego la frotara fuerte para que no le pique más. Bueno así me gusta que me rasquen a mí, pero en este caso estamos hablando de contar cosas en detalle y responder a todas las preguntillas atrasadas, tá.?
    
    Se me ha ocurrido otra cosa, pero en el fondo no me gusta, porque a mi lejos de beneficiarme me pondría más celoso, que adaptáramos "la carta", para que Ud. la publique y ver "que incautos pesca".
    
    Y otra cosa que se me ocurrió de tanto pensar, fué que voy a tomar "su relato", con su permiso y "pulirlo" a ver que sale, le parece? Sin otro particular la saluda atte. G.......... CI. I.005.333 ROU Montevideo T.908.........
    
    Sr. Guillermo:
    
    Ud es un atrevido de primera, por pedirme que haga esas cosas.
    
    Pero para que sepa, ya cumplí con la primera. Solo que de una manera mucho más fácil y directa que lo que a Ud. se le ocurría.
    
    La ocasión no fué difícil de hallar pues por los horarios que hay en mi casa, mi hermano y yo estamos solos la mayor parte del día.
    
    Solo tuve que esperar que se me facilitaran un poco las cosas y todo rodó como sobre rieles. Para comenzar, me dí un buen baño y me ocupé muy bien de que el se enterara, dejé la puerta mal cerrada a propósito y al rato lo ví pasar tantas veces por delante de la puerta que no podía disimularlo con nada. Abrí lentamente la cortina del duchero, asegurándome de que chirriara bastante y me quedé allí parada como buscando una toalla "que no podía encontrar". Y dí justito en el blanco, pude ver por la rendija de la apenas entreabierta puerta, como pasaba bien, pero bien despacio y se entreparaba, para verme mejor.
    
    Fingiendo estar totalmente desentendida del asunto me agaché, recogí una toalla chiquita a propósito y estuve cerca de diez minutos "secándome" en las poses más sensuales que pude imaginar, mientras me detenía de exprofeso en mis genitales y en mis pechos exprimiéndolos con la toalla como si fueran dos melocotones, de paso aproveché para lanzar unos quejiditos y morderme los labios como si estuviera por tener un orgasmo.
    
    Levanté la vista despacio y ví como se apresuraba a seguir de largo. Me sonreí para mí misma y fuí presa de una enormemente placentera senasación de regocijo sensual y caliente.
    
    Salí del baño envuelta en una toalla mas grande esta vez, para disimular un poco, y presentí como me espiaba desde su cuarto, tomé la toalla chica antes de salir y la doblé colocando mi ropita interior que me acaba de cambiar en el centro. Una tanguita blanca bien húmeda y un sutien que me aseguré de que estuviera suavemente perfumado. Una vez que estuve en el corredor lo llamé --Germán!, Germán!! -- Enseguidíta apareció todo colorado de cara, preguntándome que quería. --Mi amor, no podrías llevarme esta toalla con la ropa sucia que está empapada que yo me tengo que vestir?-- Y le extendí la toalla, pero bien hija de mi madre, se la solté un segundo antes de que la pudiera agarrar, nos agachamos casi juntos a recogerla y como adivinará solté al mismo tiempo la ...
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