1. La Nahuala


    Fecha: 16/07/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Aslam56, Fuente: CuentoRelatos

    ... atiende la farmacia. Solo surte las recetas.
    
    Por las noches ya era común escuchar, los gatos en brama.
    
    Un día que Susan, había salido al mandado, olvidó el celular. Ely, buscando en la sala un CD de música, escuchó el timbre de llamada entrante del aparato.
    
    Sintiendo plena confianza para contestar. Entró a la habitación de la serrana, era ahí, en donde se encontraba el aparato telefónico.
    
    Se sorprendió al descubrir veladoras encendidas en un altar a la Santa Muerte. Le acompañaban algunas figuras extrañas bañadas en líquidos rojos o tierra.
    
    Nada tocó. Salió de la habitación y cerró la puerta.
    
    Al regresar Susan, habló con ella
    
    - Y ese altar y cosas para que las quieres?
    
    - Doctora, es tiempo que sepas, que soy Nahuala.
    
    - Jajaja qué? No es posible. Jurámelo.
    
    - No se ría de mi. Es cierto cuánto, le digo. Quiere pruebas?
    
    - A ver, demuéstralo
    
    - Hoy Doctora. Recibirá la visita de una gata y al cabo de una semana habrás de amarla.
    
    - Jajaja eso qué? Eso no muestra nada.
    
    Susan calló. Se levantó un poco molesta a lavar trastes.
    
    Para Ely, no pasaba de una ocurrencia de pueblerina. Siguió con sus labores y olvidó lo ocurrido.
    
    Ya de noche, llamó a cenar a la Veracruzana. No recibió respuesta. Creyó que estaba enojada y encerrada en su habitación.
    
    Se dijo - Ya se le pasará la muina.
    
    Al día siguiente se percató de la ausencia de Susan. Manejó la probabilidad que esta se hubiese ofendido en extremo y decidido retirarse.
    
    A partir de entonces soñó que debajo de su cama maullaba una gata.
    
    Los primeros dos sueños, se vio levantarse para sacarla de la habitación pero el felino se negaba a salir. Logrado su objetivo, el animal, en vez de huir, le lamía los pies descalzos con demasiada seducción.
    
    En las siguientes tres noches, los sueños se repitieron.
    
    En esas nuevas fases oníricas, tocaba a la minino, caminar entre las cobijas para posarse en el pecho de ella y despertarla, al pasarle su pequeña lengua en los labios.
    
    La sentía tan humana que deseaba acariciarla y besarla.
    
    En las mañanas, la doctora, al despertar, tenía muy presentes los sueños. Le eran raros, pues de cierto modo animaban su livido.
    
    Al sexto día, después de cenar, se duchó.
    
    Terminado su baño en bata se dirigió a su recámara.
    
    Escuchó unos ruidos extraños en la cocina. Fue a investigar. Encontró a un gato hembra. Era el mismo que había visto cuando rescató a Susan y que aparecía en sus sueños.
    
    Quiso espantarlo pero el animal, ronroneaba y se meneaba entre los pies de la mujer.
    
    Motivada por los sueños, Ely, la levantó.
    
    Con ella se fue a sentar al sofá. Había agrado al animal.
    
    La gata, retozaba en el regazo. Al abrirse un poco la bata; la felino con suavidad colocó sus patas delanteras en el pechs de la mujer.
    
    - Oye pequeña, deja de hacer travesuras
    
    Ely, no daba crédito pero tampoco la separaba. El sueño comenzaba a ser superado por la realidad.
    
    Brincó la gata y al cuello de la doctora, lengüeteó. La ...