1. La historia de Anita


    Fecha: 15/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Autor: beluuzita, Fuente: SexoSinTabues30

    La historia de Anita
    
    Como están mis amores, ha pasado mucho tiempo que no escribo nada pero la verdad no me gusta mucho el diseño de la pagina nueva no se puede hablar como antes y la verdad como que no hay mucho interés no veo que la gente comente los relatos o interactué mucho pero bueno vayamos a lo que nos trae, les quería compartir la historia de Anita mi mamita querida jajaja, yo veo por ahí que ponen otro nombre por….. la verdad no entiendo porque, Mariana de cariño Anita de apellido Pagliaruzza, (después me preguntan de donde me vino la sangre caliente que tengo jaja), y yo su único retoño Priscila Belén Cortés, los que andan por esta pagina ni siquiera viven por donde vivimos nosotras así que importa verdad?, la historia de Anita se remonta a los años 80 ella nacida allá por el 1983 yo nacida en diciembre del 1996,
    
    Fui concebida a la tiernita edad de 13 años, pero esa será otro relato.
    
    Anita fue criada por su papa mi abuelito Antonio, siendo padre soltero porque la abuela no le soportaba el ritmo sexual a mi abuelo, siempre fue demasiado vigoroso jeje.
    
    Por aquellas épocas Ana para acortar y que sea mas rápido, era una nena un poquito regordeta sin llegar a ser obesa, demasiada carne digamos, lo que hacía que con 7 años ya se insinuaban unos pechos bastante formados, piernas gruesas y una muy pero muy generosa cola, por lo que era costumbre palmaditas de parte de casi cualquiera, no era mal visto que se le dieran caricias en la cola a las nenas por esas épocas, (que buenas épocas), era costumbre que a Ana le dieran palmaditas en la cola en la casa, cuando iba al kiosco o panadería o en el colectivo cuando iba a la escuela, estaba acostumbrada a las caricias masculinas, gracias a que su papito Antonio, la había acostumbrado al toque, siempre que se sentaba en sus rodillas era costumbre las caricias por sus piernas hasta llegas bajo la falda, ya que nunca le habían comprado pantalines largos o cortos, siempre faldas para acariciarla mejor, sobre todo cuando esas caricias avanzaban por debajo de la bombachita, para acariciar esa conchita ávida de cariños o el agujerito trasero, el cual siempre era atacado por uno o dos dedos, cosa que inquietaba a Anita, pero con un tono de voy mas alto se le decía que tenia que aguantar, pues era su responsabilidad contentar al hombre de la casa ya que si madre los había abandonado a los dos.
    
    Asi era la vida de Anita, dormía con su padre en la cama matrimonial con alguna remerita sin nada debajo para así disfrutar del cuerpo joven de su hija, Antonio acostumbraba en las largas noches acariciar y degustar con su lengua cada rincón de la voluptuosa Anita, caricias y besos que no le desagradaban para nada, ya que en sus propias palabras recuerda con mucho cariño esas noches tan calientes que compartían, los eternos masajes en su anito, acompañados del cabo de su cepillo de cabello con la forma perfecta para ir dilatando el pequeño recto, en aquellas épocas no era factible conseguir juguetes ...
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