1. Por culpa de la pandemia fui la hembra de mi cuñado


    Fecha: 15/08/2019, Categorías: Hetero Incesto Infidelidad Autor: soyAriel, Fuente: SexoSinTabues30

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    La primera vez que escuché sobre el misterioso virus me pareció algo tan lejano, ciudades y regiones enteras de China en cuarentena, poco después el virus se había propagado por Europa y las alarmas se encendieron en todos los países (excepto unos pocos, entre ellos México). México reaccionó tarde, mientras otros países cerraban fronteras, aeropuertos y confinaban ciudades enteras, nuestros gobernantes se hacían de la vista gorda, el presidente seguía pidiendo salir y abrazarse, el secretario de Salud rechazaba el uso del cubrebocas y las pruebas de Covid a los sospechosos de tener la enfermedad, una negligencia criminal, hasta que la realidad los rebasó, miles de personas empezaron a fallecer y se empezaron a tomar medidas, entre ellas el confinamiento. Uno de los fallecidos, en esa primera ola del Covid, fue mi suegro, llevándose a la tumba cualquier posibilidad de saber si era el padre o el abuelo de mi hijo. El fallecimiento afectó muy fuerte a toda la familia, no podía creerlo, mi suegro era un hombre sano, fuerte y vigoroso, lo que demostraba una vez más las mentiras del gobierno, que torpemente justificaba el exceso de muertes a la obesidad y a la diabetes en lugar de su ineptitud. Su sepelio fue muy triste, sólo permitieron a mi suegra y a los dos hermanos de mi esposo estar presentes en la cremación, no hubo velorio. Ante tal acontecimiento me dio tanto temor el virus que extremé precauciones, respeté el confinamiento a ultranza y no salía para nada a la calle, incluso el super lo pedía a domicilio, para colmo mi empleada doméstica se regresó a su pueblo a cuidar a sus abuelos, me daba terror cada que iniciaba la etapa de trabajo de mi esposo, pensando si regresaría o no, se sabía tan poco del virus, los 14 días que quedábamos completamente solos mi hijo y yo se me hacían eternos y los 14 días que estaba en casa se me hacían tan cortos, mi hijo ya tenía cuatro años, y precisamente su compañía era lo que evitaba que me volviera loca en ese triste encierro. Con el confinamiento vino el quiebre de cientos y cientos de empresas, miles de personas se quedaron sin trabajo, entre los que se encontraba Carlos, el hermano mayor de mi esposo. Mi esposo, por medio de sus contactos, le consigue empleo en una empresa de mi ciudad, y se vino a vivir con nosotros. Aunque me agradaba el hecho de no quedarme sola en las ausencias de mi marido, me disgustaba el hecho que diariamente tenía que salir a trabajar, lo que rompía el confinamiento y me daba temor que por su culpa entrara el virus a la familia, lo obligaba a salir a la calle con mascarilla, guantes y cubrebocas y lo desinfectaba de pies a cabeza cuando regresaba del trabajo, un ritual que llegué a sentir incómodo, Carlos al igual que mi esposo y su otro hermano, era muy guapo y tenía un cuerpo bien ...
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