1. Siento deliro por mi cuñada


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Janda, Fuente: SexoSinTabues30

    La hermana menor de mi esposa esta buenísima, tiene 35 años, va a diario al gimnasio, hace yoga, se alimenta bien. Tiene un rico y cultural cuerpo, es morena de pelo corto, piel suave y calidad, un trasero por el que me desvivo, siempre he soñado y me he masturbado pensando que copulábamos. Pero hoy ha sido un día especial. Ella ha llegado a mi casa, después de su sesión de gimnasio, yo estaba solo, mi esposa había salido de compras, así que cuando ella entra en casa. – Cuñada. Carlos, ¿Esta el baño libre?, necesito darme una ducha y cambiarme de ropas. Yo me he quedado en silencio, mirándola, esa camisa blanca ceñida a su cuerpo, resaltaban sus pezones, y ese pantalón de gimnasia, ceñido, resaltaba su vulva y su trasero. Reacciono y le comento -Carlos, Si el baño está a tu disposición cuñada. Ella se va para el baño y yo regreso a mi lectura del libro que estaba leyendo “Puerto escondido”, tras un buen rato, vuelvo a sentir su voz. -Cañada. Carlos ¿Dónde tiene mi hermana el secador?. Le digo voy. – Carlos, delante de la puerta del balo, ¿se puede pasar?. -Cuñada, si Carlos pasa, estoy envuelta en la toalla. El secador, lo guarda ella, en ese estante de arriba. Cuñada – Gracias amor.
    
    Tras un pequeño rato escuchando el subido del secador, este para de funcionar y ella sale del baño, envuelta en la toalla, para cambiarse en la habitación de invitados. Carlos piensa – Uff si se le cayese la toalla-. Al poco tiempo sala de la habitación de invitados, viste un pantalón vaquero ceñido, una blusa de mangas cortas de color blanco, y calza unas zapatillas deportivas de tacón. Se acerca al salón – donde me encontraba ensimismado de la lectura, y me comenta. Cuñada -Cuñado, no vea que baño más relajante me he dado. – Carlos. Te habrás quedado relajada del todo. Cuñada – Uff un masaje me vendría de perlas ahora, así se me relajan los músculos de las piernas y el culo, después del gimnasio. -Carlos, pero eso te lo haría que haber dado antes de la ducha, ella argumenta – Es igual, no tengo pereza en desnudarme si fuese necesario. – Carlos tímidamente, le comenta, yo te lo puedo dar, algo se de esos masajes, de mi etapa de monitor de gimnasia. Cuñada – Si cuñado, ¿tú serias capaz de darme ese masaje? Así que tras conversar unos minutos, ella se marcha para la habitación de invitados y Carlos al baño, por aceite.
    
    Cuando Carlos llega a la habitación, se encuentra a su cuñada, tendida boca abajo, ya se ha desprendido del pantalón y se ha quitado también la blusa, con lo que Carlos, se encuentra a su cuñada en sujetador y un ligero tanguita. Coge aire y respira profundamente y piensa – Hoy serás mía-
    
    Conversan sobre en qué zona desea el masaje, ella le pude a Carlos, que sea de las piernas hasta la espalda, es decir cuñado todo mi cuerpo. Ok. Carlos se frota las manos, para calentarlas un poco, y toma el bote del aceite, que derrama entre los muslos y nalgas de su cuñada, he inicia un masaje del muslo izquierdo, bajando al pie y cambiando al otro muslo, ...
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