1. Los nuevos vecinos 3


    Fecha: 13/08/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... muchacha que apenas tendría dieciocho años, como su sobrina que vivia en Portugal.
    
    - bueno pues esta preciosidad es mi sobrinita Leo, es portuguesa y quería conocer nuestra costa.
    
    La chica era realmente bella, tenía el pelo castaño claro muy largo y lo llevaba peinado sobre un lado, vestía con una camisa blanca y una falda escocesa, por lo que parecía una colegiala. Mi mujer pareció incomoda, ella esperaba tipo de reunión. Cenamos tranquilamente y yo me sentí terriblemente atraido por la chiquilla que a la vez noté que también me miraba mucho. Tras la cena Bruno y yo fuimos un rato al salón, quería ofrecerle un puro cubano que había conseguido. Charlamos un rato, mientras las mujeres estaban tomando una copa en la terraza, aquella noche hacía un calor espantoso. Fuimos con las mujeres a reunirnos y bebimos juntos, el centro de atención fue Leo que desinibida por completo nos dedicó un baile, al parecer Leo era gogó y era una excelente bailarina. La niña me puso a cien y mi mujer se dió cuenta de mi excitación. Mientras Leo exibía sin pudor sus curvas y sus contoneos eran más sugerentes mi mujer puso su mano debajo de la mesa en mi entrepierna. Miré desconcertado pero Bea me besó dulcemente y prosiguió acariciando mi bulto. De repente noté otra mano sobre mi muslo que se acercaba en la misma dirección, era la mano de Mónica. Pensé que se encontraría con la mano de mi mujer y que aquello acabaría mal, Bruno estaba al otro lado de Mónica y disfrutaba del espectaculo que nos estaba brindando la joven. Advertí que las manos de las mujeres se habían encontrado, miré a mi mujer y esta hizo lo mismo con Mónica, las dos mujeres sonrieron y se acercaron lentamente justo delante de mis ojos, se besaron muy despacio sacando la punta de sus lenguas y todo ello sin dejar de acariciarme mi polla que por otra parte parecía iba a reventar dentro del pantalon. Mónica y Bea seguian besandose sin importarles lo más mínimo que su sobrina estuviese delante y su marido al lado. Miré a Bruno que levantó su copa saludando. Bruno se levantó entonces y fue en busca de su sobrina que estaba semidesnuda mirando el beso de las mujeres. Bruno cogió las manos de Leo y la besó con pasión. La niña no puso ningun reparo a ello, al contrario se revolvió con energia entregandose al cuerpo de Bruno, se puso de cuclillas y desabrochó el botón del pantalón de su tío. Comenzó a dedicarle una más que afanosa mamada en toda regla, mientras tanto las Mónica y Bea habían liberado mi generosa polla del tormento y me masturbaban sin descanso mientras entrelazabamos nuestras lenguas. Mirabamos como delante nuestra Leo seguía mamando la enorme verga de Bruno hasta que hizo correrse a su tío en su boca, la joven era una verdadera diosa del sexo, ella misma se colocó a cuatro patas, ya solo con su faldita levantada como única prenda. Se puso sobre una tumbona ideal para ese menester y Bruno me invitó a que le acompañara. Mónica se levantó y cogió mi mano, fui hasta allí mientras mi mujer y ...