1. Abusaron de mi frente a mi marido


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: lauragv, Fuente: RelatosEróticos

    ... un sillón y lo amordazaron, mientras que el otro me tapaba la boca con su mano, yo lloraba de angustia y terror, una vez que Ernesto estaba amarrado y amordazado, se dirigieron a mi y los tres comenzaron a tocarme todo el cuerpo, me quitaron la playera, quedando con mi senos al descubierto, rápidamente dos de ellos los agarraron y los chuparon, uno de cada lado, mientras que el tercero recorría con su lengua mis piernas, vi que Ernesto estaba viendo todo lo que me hacían, desesperado intentaba sin éxito zafarse de sus ataduras, uno de los que me chupaba mi tetas se saco su verga y la acercó a mi boca para que se la mamara, a mi no me gustaba hacer sexo oral, a Ernesto casi no se la chupaba y cuando lo hacia era al principio y por muy poco tiempo, jamás aceptaba que eyaculara en mi boca ni en mi cara, pero este sujeto no pregunto, metió su verga en mi boca, casi me ahogo y el empezó en movimiento de mete y saca, el sujeto que lamía mis piernas bajó mi short junto con la tanga de mi bikini, dejándome desnuda por completo.
    
    - ¡Miren que rica panocha tiene esta puta!, ¡no tiene ni un solo pelo! – Dijo con voz ronca y seca.
    
    Sin mas ni mas comenzó a chuparme mi vagina, el que me obligaba a chuparle la verga le sacó de mi boca, casi vomito en el acto, me daba asco, el que me chupaba las tetas se saco su verga y me hiso que se la mamara, mientras el que me mamaba la vagina subió a chupar y manosearme las tetas, fue el turno del otro para mamar mi vagina, así se fueron cambiando los tres, después me pusieron en cuatro patas, mientras uno chupó mi culo, los otros dos me obligaron a mamarles la verga alternadamente, en eso sentí como era penetrada por la vagina de un solo empujón, lance un alarido de dolor, Ernesto veía todo con gran angustia y dolor, así se fueron turnando uno a uno, mientras se la mamaba a dos, el tercero me cogía por la vagina, mientras uno de ellos penetraba mi vagina, comenzó a meterme el dedo en mi ano, hasta ese momento yo era virgen por ese lado, nunca había permitido a mi marido entrar por mi culo, ni con el dedo mucho menos con su pene, jamás me lo había chupado. Cuando sentí que se acomodaba para penetrar mi culo con su verga, se me ocurrió suplicar.
    
    - No, no, por favor… por el culo no – entre lágrimas y sollozos.
    
    No sirvió de nada, después de sentir que me escupía el culo, para lubricarlo, separó los cachetes de mis nalgas y colocó su verga a la entrada y comenzó a empujar, sentí como me partían en dos, un grito de dolor, mas lágrimas, y apretar fuertemente la sábana fue lo único que pude hacer, al sentir como entraban por mi culo.
    
    - ¡Más, más! – gritaba uno de los sujetos – todavía no le entra toda, ¡dale más!.
    
    - ¡Aaaauuuughhhh!... ya no por favor, snif snif – les suplicaba llorando.
    
    - Está bien apretadita la perra – expreso el que me tenia la verga dentro de mi culo.
    
    - ¡Jajajajaja! Era virgen del culo, ¿verdad patrón? – Dijo dirigiéndose a Ernesto.
    
    Con mi cara pegada al sofá, vi que Ernesto solo bajó ...