1. El viejo del sex shop, continuación.


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Gays Sexo con Maduras Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... la compañía que estaba como a 40 km más al sur, yo vivía aún un poco más allá, casi otros 30 km.
    
    Llamé a mi esposa y le expliqué que algo se había retrasado y que terminaría muy tarde así que había decidido quedarme hasta la mañana siguiente pues no quería manejar de noche, ella me creyó, sabía que no me gustaba manejar de noche y menos si tenía que pasar por alguna ciudad grande donde el tráfico era terrible.
    
    Listo, le dije si viejo, ya está.
    
    ¿Ya ves que si podías?
    
    Ahora sí, vamos a la tina, te voy a romper ese culito goloso que tienes, ven putita.
    
    Nos metimos a la tina, me empezó a besar otra vez, luego me beso el cuello y los pezones, yo ya me moría por sentir aquella verga hasta el fondo de mi culo, ¡ahhh! Gemía de placer, entonces me hizo volverme de espaldas a él y empezó a besar mi culo, pasaba su lengua por toda la raja de mi culo, mmm, que rico Papi, que rico, así Papi. Metió su lengua todo lo
    
    que pudo, luego puso un poco de lubricante en la entrada de mi culo y metió un dedo, ¡ahhh! Que rico, luego fueron dos, los movía adentro y afuera, los giraba y los abría dilatando mi ano, ¡ahhh! Que rico Papi, que rico.
    
    ¿Te gusta mi putita?
    
    Siiiiii, gritaba yo.
    
    ¿quieres más?
    
    ¿Quieres que te meta mi verga?
    
    Siiiiii, sí Papi, cógeme Papi, métemela.
    
    Sacó sus dedos, puso más lubricante y apuntando su verga a mi culo, la empezó a meterla muy lentamente.
    
    Ufff, la metió más de la mitad y se quedó quieto un ratito.
    
    ¿La meto más?
    
    ¿Quieres más putita?
    
    Siiiiií, métemela toda.
    
    me culio un ratito, luego de un empujón la metió hasta el fondo de mi culo, sentí sus huevos pegando en la entrada de mi culo, se quedó quieto otra vez, la saco un poquito y volvió a empujar.
    
    me estuvo culiando un buen rato, se oía el ruido del agua y los gemidos llenos de lujuria que dábamos.
    
    sentado como estaba en el borde de la tina, me atrajo hacia él hasta que mi espalda quedó pegada a su pecho, me pellizcó los pezones mientras me besaba el cuello.
    
    No me vayas a morder, le dije, soy casado y no puedo llegar a mi casa con marcas.
    
    No te preocupes putita, no lo voy a hacer, muévete putita, mueve el culito tan tragón que tienes, volvió a besar mi cuello y mientras empujaba su verga más profundamente en mi culo me dijo:
    
    ¿Te gusta mucho la verga verdad putita?
    
    Siií, gritaba contestándole.
    
    Más tarde va a venir un amigo mío a traerme un encargo, quiero que lo conozcas.
    
    Eh, pero…
    
    Anda, ya verás te va a gustar, es joven y muy guapo, es hispano como tú y tiene una vergota más grande que la mía, vive aquí cerca.
    
    Pues no sé, le contesté.
    
    Mira, de todos modos, va a venir a traer mi encargo, te lo presento y lo conoces, si no te animas pues le invitamos a una o dos cervezas y lo despedimos, ¿qué dices?
    
    Está bien, vamos a verlo.
    
    Anímate putita, te va a gustar, deveras que tiene la verga bien grande, y le encanta coger putitas como tú.
    
    ¿Él sabe que estoy aquí?
    
    No, no sabe nada, no te preocupes, es igual, ...
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