1. Fui infiel y me enamoré del ciclista colombiano


    Fecha: 25/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... stalkee en redes. La imaginaba una colombiana hermosa y sensual, y prefería no sufrir viéndolo con ella.
    
    Quise tener con él una despedida inolvidable. Y no sabía que hacer. Alguna vez me mencionó que una de sus fantasías era hacerlo en mi departamento. Pero resultaba imposible, con mi esposo trabajando desde casa, mis dos hijos chicos y la doméstica. Estuve pensado como agasajarlo durante nuestra última semana juntos y nuestro último martes sucedió el milagro.
    
    A media mañana, nuestra doméstica me pidió permiso. Acepté. No le di importancia. A media tarde mi esposo me dijo que quería salir con los niños al cine, a ver una de esas películas de super héroes que no me gustan. Le dije que vaya tranquilo, que yo me quedaría en casa avanzando mis cosas. Coordinando horas con mi esposo, me di cuenta que tenía unas dos horas seguras para un encuentro sexual con Marcelo (mi colombiano). Luego de confirmar y reconfirmar que mi esposo tenía los tickets del cine, recién le avisé a Marcelo.
    
    Me dijo que terminaba una reunión y volaba a nuestro edificio. No podía cancelarla, pero si podía acelerarla. Igual, entre que terminaba y llegaba nos quedaba casi hora y media juntos en casa. A solas. Cumpliendo su fantasía y mi deseo de complacerlo con una despedida inolvidable.
    
    Llegué a casa poco antes que salieran mi esposo y mis hijos. Me quedaba como una hora para alistar todo y ponerme lo más linda posible para Marcelo. Me depilé. Me duche. Saque un baby doll que alguna vez me regaló mi esposo y nunca había usado. Me peiné. No me maquillé ni me puse labial. Cuando tocó la puerta, le abrí, así sólo en baby doll y lo vi deslumbrarse. Me sentí muy feliz. Demasiado feliz. En mi casa con el hombre que me había llenado de ilusión los anteriores dos meses.
    
    Me besó. Lo bese. Nos besamos. Estaba dichosa por el momento inesperado. Me abrazó y me atrajo hacia su cuerpo. Sentí que nuestros corazones latían juntos y fui feliz. Sus manos bajaron por mi cintura y se adueñaron de mis nalgas. Las apretó con fiereza y sentí como mi concha empezaba a humedecerse por sentir a mi hombre fuerte explorando mi cuerpo.
    
    Me llevó al sofá de la sala. Con sus manos me acomodó como perrita. Se arrodilló detrás de mí, levantó el baby doll y me sacó la tanga. Se dedicó a lo que le encantaba y me ponía loca, hacerme el oral. Así, de perrita en mi sala, exploró a sus anchas mi concha y mi culo. Tuve un orgasmo y otro. Mientras lo hacía se iba desnudando. De pronto ya estaba de pie, detrás. Separó mis nalgas tiernamente con sus manos y directamente, sin esfuerzo, sin mayor presión, ingresó en mi culo que lo esperaba. Con el movimiento de sus caderas me hizo volver a llegar y él se vació dentro.
    
    Se separó de mí. Me puse de pie. Sin más palabras me cargó y me llevó a mi habitación. Como una novia llegando a casa luego de la boda. Tuvimos sexo de pareja, de esposos, con palabras tiernas. Con declaraciones de amor. Le dije que lo amaba y en ese momento lo sentía. Me dijo que él ...