Familia Corrupción y Sexo I10 - Relatos Eróticos

Familia Corrupción y Sexo I10

... gemir de manera ardiente, incluso alzaba más la voz que otras, y Mar hacía los gestos más calientes, mientras eran grabadas con sus cuerpos expuestos a esas estimulaciones sexuales, hasta hacerlas perderse en orgasmos mentales, lo que las haría más susceptibles al entrenamiento que seguiría.

El viejo miraba todo con gusto, pensando en sus posibilidades, ya que la mayoría de las veces ese cliente prefería desechar a las niñas una vez que se aburría, pero Razo no era así, el prefería mantenerlas a su lado, así había encontrado todo tipo de joyitas, además sabía que sus coñitos vírgenes podían valer mucho, siempre y cuando los vendiera, pero al verlas bien, meditaba como usarlas, quizás servirían como un regalo futuro, o al menos eso estaba pensando, pero de esa forma recordaba a su hijo Tomas, quien nació de él con una de esas nenas que crecieron en este ambiente corrupto, pero el torpe enloqueció al crecer y terminó cometiendo errores que le costaron la vida, siendo el mismo caso de otros como Stan, por ello ahora era mucho más cuidadoso, pues siempre mimó de más a sus hijos y la mayoría acabó demasiado mal, pues pocos soportaban la tentación de ese ambiente, pudo ver preciosas morenas siendo embestidas en penetraciones triples, chicas de aspecto infantil entre más de 10 tipos con enormes erecciones, también algunas escenas bizarras con maniquís que estimulaban a las hembras haciendo escenas fuera de lo común, todo por el gusto de sus clientes que apreciaban todo tipo de fetiches raros. Sin embargo ignoraba eso de momento para disfrutar de la vista, 3 nenas sometidas en poses mientras eran estimuladas de tal forma que daba gusto, aunque eso le recordó también a su visitante, y aunque no le gustaba, tuvo que ir a verlo, pero no le sorprendió nada lo que vería, pues Harris ya estaba metiéndoselo a la sirvienta quien solo usaba tacones y medias, no era el cuerpo mas escultural pero gemía como una puta en celo, era embestida con fuerza, mientras le penetraba el frente con su verga más un enorme consolador que vibraba le rompía el culo logrando que incrementar el sonido de su cuerpo, seguían de pie, ella contra la pared, cuando este le alzó una pierna para sentí la suavidad de esas medias finas, mientras este decía: como me gustan las putas de la ciudad, son tan buenas, gimen tan rico; o eso decía el tal Harrys, mientras iba metiéndole la verga tanto como podía en ese afeitado coño jugoso, mientras la mujer se quejaba en fuertes gemidos de lujuria, como fuera el caso, nada que no hubiera visto antes el viejo Razo antes.