1. Samantha: Corrupción y perversión de una casada


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Infidelidad Sexo con Maduras Autor: JavCerva, Fuente: SexoSinTabues30

    ... en los viejos tiempos cuando solo eran ellos 2 y ella siempre lo recibía bien vestida para cenar juntos.
    
    Se quito la toalla que tapaba su cabellera y se miró en el espejo. Era hermosa la vista que tenía, su largo y rojizo cabello estaba completamente alborotado, pero de una forma muy sexy, hasta a Samantha le gustaba como se le veía. Le hacía recordar cuando salía de antro con el cabello suelto y como era el centro de atención. Recordando esas imágenes rápidamente saco su labial rojo, unas sombras de ojos de color negra y comenzó a maquillarse como en aquellos tiempos, una risa salió de su boca como si de una travesura se tratara. Después de unos minutos había terminado, se miraba en el espejo y no podía creer que se viera exactamente como en aquellos tiempos. Sus labios carnosos se veían más que exquisitos pintados con ese color rojo y sus ojos con esas sombras negras hacían más penetrante el color miel de sus pupilas.
    
    Mientras se veía en el espejo una idea le cruzo por su cabeza, una idea que le hacía sentir un ligero calorcito por todo su cuerpo y hacia morderse su labio inferior. Volteando a todas las direcciones de su habitación verificando que de verdad se encontraba sola, se levantó y se dirigió corriendo a su ropero, abrió uno de los cajones que era donde guardaba su ropa interior y metió su mano hasta el fondo, después de unos segundos su mano salió con algo parecido a una bola de la cual colgaban hilos. Poco a poco fue separando esos delgados hilos hasta que se pudo distinguir que se trataban de tangas, unas 4 tangas eran las que se podían ver.
    
    No era que ella usara ese tipo de prendas o bueno, no desde que se casó, era una prenda que no le gustaba a Roberto (para variar) que ella usara. Esas tangas habían sido regalos de cumpleaños pasados que sus amigas de su antigua casa le habían dado. Eran regalos en tono de broma ya que para esas señoras también resultaban inmoral el usar esas prendas. Si supieran esas mujeres que cada 15 días sus esposos iban a algún Table Dance a gastar grandes cantidades de dinero para quitarles con los dientes la tanga a alguna bailarina.
    
    Pronto vio una que le llamo mucho la atención, era una diminuta tanga de hilo dental color roja que en la parte trasera un corazón de metal unía los 3 hilos. Haciendo memoria, no recordaba ella el haber usado una tanga tan pequeña y atrevida en sus épocas de juventud.
    
    Dejando de pensar en esas cosas, tomo la prenda mientras se dirigía a un espejo de cuerpo completo que tenía a un lado de su tocador. Aun con su toalla enrollada en su cuerpo la casada se paró delante del espejo y comenzó a ponerse la tanga por debajo de la toalla. Y es que desde que se volvió madre, Samantha comenzó a tener cierto pudor hacia su propio cuerpo. El verse desnuda delante de un espejo o hacer el amor con su esposo con la luz encendida no le gustaba. Pero en ese momento estando sola en su cuarto y sin nadie cercano a su alrededor, hizo que la mujer se llenara de valor y se desprendió ...
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