La vecinita I - Relatos Eróticos

La vecinita I

La vecinita 1.

Este era una casa color blanco rodeada por bardas y un portón que no dejaba ver hacia dentro de la casa, ahí dentro sucede algo que la sociedad en la que vivimos considera prohibido pues ahí se lleva a cabo una situación muy morbosa entre una niña de 7 años y un adulto.

En la sala de la casa está una niña blanca de cabello hasta su cintura, va vestida con una playera ombliguera color plata y una faldita a juego, y unos tenis marca Nike de bota.

La niña está hincada con sus ojos cubiertos por una bufanda que no le no le permitía ver nada, frente a ella está un hombre moreno de 1.70, con varios tatuajes en el cuerpo con sus pantalones hasta los tobillos y su verga muy dura, el hombre lleva la punta de su verga dentro de un frasco de yogurt sabor fresa, acto seguido la saca cubierto del líquido y de apoco le indica a la niña que habrá la boca, está obedece y poco a poco mientras entra aquella verga en su boca va saboreando el sabor del líquido el juego consistia en qué la niña debía adivinar el sabor, unos instantes después el saca su verga y con morbo y lujuria ve a la niña y le pregunta que que sabor es, ella analiza un poco la situación y termina por decir que es de fresa, el tipo finge sorpresa y le dice que se ha ganado un premio, pues cada que juegan y ella adivina el le da regalos como dinero o juguetes, le da a probar varios sabores más los cuales ella adivina sin problema.

Una vez que acaba de descubrir los sabores el hombre extaciado lleva su verga ya algo mojada por la saliva de la niña una ves más a su boca y con voz ronca le indica que se la chupe, ella quien conoce el juego obecede pues no es la primera vez que realizan este juego, el tipo toma la cabeza de la niña y poco a poco aumenta la velocidad de la mamada así pasaron varios minutos hasta que el hombre sintió los espasmos de la venida llenando la boca de la niña con su semen, ella al principio hizo una arcada de asco pero el le indico que se lo tragara ella una vez más obedecio y dejo reluciente aquella verga, el se limpio y se acomodo la ropa pues tenían poco tiempo, la niña al fin pudo quitarse la bufanda que cubria sus ojos y vio al hombre ir a la cocina a guardar los yogurth que habían utilizado para su juego.

Cuando regreso con ella traía consigo unas bolsas con despensa, además de que le dio unos billetes a modo de recompensa, casi al instante unos fuertes toquidos en la puerta los sacaron de aquel momento pues era el abuelo de la niña que venía a buscarla para ir a su casa.

Oscar nombre del hombre salió y un hombre de estatura pequeña ingreso preguntando si ya habían terminado, la niña quien vivía en la casa continúa se despidió y salió corriendo con las bolsas y el dinero que el le había dado.

Los hombres charlaron unos minutos sobre lo sucedido y Oscar le dio más dinero a el abuelo, hacía meses que por la necesidad económica que tenían el abuelo se había visto en la necesidad de prostituir a la niña con su vecino, Oscar por su parte ...