1. Mi vecina Giselle 5


    Fecha: 06/08/2019, Categorías: Transexuales Autor: Bisex1982bi, Fuente: TodoRelatos

    Satisfecho después de un exquisito orgasmo, me dispuse seguir disfrutando de aquellas compañías. Así me relajé y pude ver como una tras otra, las cinco transexuales completamente desnudas, se acomodaban en aquella cama redonda y enorme y se acariciaban, dejaban que yo las acariciara,... En un rato comenzó una tremenda orgía de lujuriosas diosas: dos hacían un 69, una cabalgaba a otra,... y yo estaba allí en medio, moviéndome como podía para no perderme ningún detalle. Entonces una de ellas empezó a acariciarme, primero las piernas, y tras girarme para mirarla, comenzó a tocarme los testículos de una manera delicada y excitante. Su mirada era de vicio y a la vez de niña que buscaba experimentar. Aunque sabía que aquello era engañoso: aquella ninfa sabía como dar placer y como recibirlo. Yo aún estaba exhausto después del sandwich en el que había participado, pero aquella chica me hizo volver a excitarme y comenzar a tener una erección. Se acercó aún más a mí, me besó dulcemente y me dijo al oído:
    
    - ¿Sabes?, he disfrutado mucho antes viéndote, me pareces muy sexy y te entregas por completo. Eso me gusta de un hombre.
    
    Comencé a acariciarle los pezones, a pellizcarlos. Tenía una piel suave y delicada. Una cabellera rubia y lisa y un cuerpo trabajado en el gimnasio. Su expresión era totalmente femenina, no así sus manos. Entonces me apeteció palpar las partes de su cuerpo que aún no había visto. Mientras nos besábamos, fui deslizando mi mano derecha desde su pecho, pasé por su abdomen y me aproximé a su sexo. Lo que palpé me dejó de piedra: aquella polla aún no estaba en erección, pero lo que agarré me pareció de un grosor casi monstruoso.
    
    - ¿Qué te parece lo que tocas?,¿lo querrás probar?
    
    - No sé si podré.
    
    - Créeme, podrás. Tu cuerpo ya está preparado para todo.
    
    Me sonrió y se estiró boca arriba incitándome a hacerle una felación. Yo no evité la sugerencia y me introduje aquello en la boca. Realmente no me cabía, era de un grosor descomunal. La lamí, me introduje el glande en mi boca, saboreé sus flujos, acaricié sus testículos, su ano,...yo estaba completamente desatado. Quería más, aunque no sabía si mi cuerpo estaba listo para tanto vicio y para que lo penetraran tantas veces la misma noche, y mucho menos una herramienta tan descomunal.
    
    Entonces una de ellas, mientras yo estaba en cuatro chupando, metió un dedo en mi ano. Yo aún estaba lubricado y dilatado, así que mi agujero no ofreció ninguna resistencia, y yo mucho menos, todo sea dicho. Lo estaba deseando. Deseaba volver a sentirme en medio de varias de aquellas máquinas de placer. Aquella mano comenzó a moverse mientras el dedo me penetraba y buscaba mi punto de placer. Lo encontró rápidamente. Comencé a gemir mientras mi boca estaba ocupada. Elevaba mi trasero para dejárselo más expuesto, más fácil. Me retorcía de placer, y me sorprendí deseando que me volvieran a penetrar. Y no tardó en suceder: tras colocarse un preservativo, me enculó de forma violenta. Me la clavó de ...
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